Acciona retrasa su planta coruñesa de biodiésel por trabas urbanísticas

ECONOMÍA

29 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La planta de biodiésel que Acciona proyecta en las inmediaciones de la refinería de A Coruña tendrá que esperar. La compañía que preside José Manuel Entrecanales se ha visto obligada a retrasar el inicio de las obras ante las dificultades de cerrar el plan para reurbanizar la zona como exige la normativa municipal. La empresa dispone en la parroquia arteixana de Borroa de más de 90.000 metros cuadrados y, según explican fuentes de esta, la planta no ocupará «más de 40 o 50.000». No obstante, esos 90.000 metros no están juntos, sino que forman parte de varias parcelas y entre ellas hay otras fincas, que son propiedad de un inversor madrileño con quien Acciona no ha llegado aún a un acuerdo para hacer una agrupación de los terrenos que haga viable el proyecto.

Y la compañía no tiene excesiva prisa en forzar ese pacto. En febrero del año pasado, en plena batalla por el control de Endesa, directivos del holding se presentaron ante el Gobierno gallego con un proyecto bajo el brazo mediante el cual pretendían invertir 80 millones de euros en la parroquia coruñesa de Borroa para producir 200.000 toneladas de combustibles verdes al año y generar en torno a 35 empleos. Según anunció la firma, la fábrica comenzaría a funcionar a finales del 2009 y produciría biodiésel suficiente para satisfacer el 10% de la demanda española.

Desde entonces, las cosas han cambiado mucho en el negocio mundial de los carburantes ecológicos. Los movimientos especulativos en torno a los cereales han disparado los costes de las materias primas necesarias para producir biodiésel. A esto se ha sumado la competencia procedente de Estados Unidos. Las importaciones por parte de España de combustible subvencionado en aquel país han pasado de ser casi inexistentes a superar las 150.000 toneladas en el 2007 (lo que supone casi el 50% del mercado español). Debido a estas ayudas, una tonelada de biodiésel estadounidense le cuesta a un importador español unos 600 euros, 150 menos de lo que cuesta producir la misma cantidad en Europa sin apoyos públicos. Todo esto ha provocado un colapso de la industria nacional, justo cuando se está multiplicando la capacidad productora para cumplir con la planificación energética nacional, según la cual el 5,8% de los combustibles que se consuman en España dentro de año y medio deben de ser verdes.

El 85%, cerradas o casi

El resultado es que el 85% de las plantas que hay en el país permanecen paradas o produciendo muy por debajo de su capacidad, para evitar pérdidas.

Fuentes de Acciona explican que se está teniendo en cuenta esta coyuntura. «El proyecto es bueno y no nos lo hemos replanteado, pero es cierto que ahora no tenemos excesiva prisa», afirman. Según el calendario previsto inicialmente por la compañía, los trabajos relacionados con el suelo industrial ya deberían de haber finalizado, y ahora debería de estar ya en marcha la fase de tramitación y construcción de la planta, para el que las mismas fuentes estiman un plazo mínimo de ocho meses. Esto no ha sido posible de momento. No obstante, la empresa asegura que se ha hecho «una muy buena inversión en suelo y, en el peor de los casos, los terrenos comprados siempre van a tener un uso rentable».