Un alto precio para salir del pozo

ECONOMÍA

Mientras algunos expertos dicen que lo peor ya ha pasado, las entidades financieras españolas salen con éxito a los mercados, recién abiertos, en busca de liquidez

25 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La crisis financiera que atenaza a los mercados desde agosto pasado ha acabado, al menos para el hombre más rico del mundo. El financiero Warren Buffet, el número uno de la lista de Forbes , fue contundente hace apenas quince días: la liquidez vuelve a fluir por los mercados y es el momento de aprovecharse de las ventajas de la crisis para captar altos tipos de interés frente a los competidores y volver a hacer «grandes sumas de dinero». Los consumidores aún sufrirán los problemas durante una buena temporada, especialmente aquellos que tienen que pagar una hipoteca, pero lo peor ya ha pasado.

Las palabras de Buffet, pronunciadas en el transcurso de la junta general de accionistas de su empresa de inversión celebrada en Nebraska, ha abierto un debate a escala planetaria sobre si realmente podemos hablar del final de la crisis de liquidez. Los expertos consultados por La Voz matizan la opinión del magnate estadounidense y explican que la solución definitiva a los problemas todavía no se otea en el horizonte.

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¿Qué ha cambiado en las últimas semanas?

Estamos asistiendo a una apertura del crédito, sí, pero a unos precios del dinero que duplican y hasta triplican los que había antes del inicio de las turbulencias. En las últimas semanas, algunas entidades financieras han logrado colocar cédulas en los mercados de capitales, algo impensable hace apenas un mes. «El mercado no podía estar cerrado para siempre -explica una fuente del sector financiero gallego-. Lo que ocurre es que esa financiación que se está obteniendo ahora se está logrando solo a corto plazo y a unos diferenciales muy elevados». Por otra parte, los mercados de titulizaciones y deuda a largo «siguen cerrados, porque continúa la incertidumbre sobre lo que va a ocurrir en el futuro». De este modo, es imposible fijar un precio del dinero a largo. «El mercado de titulizaciones es el que marcará la tendencia, cuando verdaderamente sabremos en qué momento se va a acabar la crisis de liquidez y a qué precio». El error, por tanto, «es pensar que hemos vuelto al momento inmediatamente anterior a la crisis», explica la misma fuente, para quien «si esta tendencia se mantiene, podría hablarse de una situación similar a la de 1999 o el 2000, en la que los mercados estaban abiertos, pero no a los precios en los que nos movíamos desde hace dos o tres años».

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¿Qué diferencia hay entre cédula y titulización hipotecaria?

Una cédula es una herramienta financiera mediante la cual un banco revende en el mercado de capitales un paquete de hipotecas con plazo de recompra. A cambio de adelantarle el dinero, los inversores cobran un interés y utilizan las hipotecas como garantía. La operación se hace a corto o medio plazo -máximo dos años- y contra hipotecas que la entidad bancaria tiene en su balance. Hasta el inicio de la crisis, era la fórmula más utilizada por la banca española para financiar su crecimiento. Si las hipotecas se empaquetan, se sacan del patrimonio de la entidad y se venden, entonces ya hablamos de titulizaciones, que son operaciones a más largo plazo. Esta segunda herramienta financiera fue la que originó la catástrofe de las hipotecas subprime en Estados Unidos, origen de todos los males. La crisis de confianza se inició cuando se comenzó a intuir en los mercados que en esos paquetes elaborados se habían incluido, posiblemente sin el conocimiento de los compradores, tanto hipotecas buenas como aquellas que habían sido concedidas prácticamente sin garantías de que el cliente iba a devolver el préstamo.

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¿Qué están haciendo las entidades financieras españolas?

Colocando emisiones de cédulas entre inversores españoles y extranjeros. En abril, el Banco de España pidió al sector bancario español que lanzara emisiones con un doble objetivo: normalizar la situación de liquidez y probar en los mercados de capitales la reputación de las hipotecas españolas. Muchas entidades han hecho caso y han sacado adelante sus operaciones con éxito. En los últimos tres meses, la banca española ha captado más de 13.500 millones en el mercado internacional. El primero en salir al mercado fue el Santander de Emilio Botín, que colocó 1.500 millones. La Caixa, Caixa Cataluña, Sabadell, Bankinter, Ibercaja o Caja Navarra también han efectuado operaciones similares en los últimos días. La pasada semana, la primera entidad financiera gallega, Caixa Galicia, se hizo con 500 millones de circulante mediante una emisión a dos años a un tipo de interés del 5,265%. La operación se efectuó entre inversores españoles, alemanes y portugueses, y se completó en apenas una mañana, según fuentes de la caja. El Banco de España ha felicitado a las entidades implicadas y ha animado a quienes se lo estén pensando. En opinión del gobernador del banco central, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, «ha sido decisivo que las entidades españolas hayan sabido explicar las diferencias entre sus hipotecas y los productos de mala calidad salidos de EE.?UU., que son sustancialmente diferentes».

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¿Soluciona esto los problemas a corto plazo?

De momento sí, pero tiene dos graves hándicaps. Por un lado, explican fuentes del mercado, «ninguna empresa, ni un banco tampoco, puede financiarse exclusivamente a corto plazo. Lo ideal, según los manuales, es que la mayor parte de la deuda sea a largo, y ahora con esta apertura del mercado de cédulas se va a producir el efecto contrario». Por otra parte, ahora las entidades tendrán más dinero para poder prestar a sus clientes, pero «a ver a qué precio». Antes esa financiación a corto se lograba a precios del euríbor más 20 o 30 puntos básicos, «y ahora esos diferenciales llegan 60 y hasta 70 puntos básicos». «Es posible que bajen -explica la misma fuente-, quizás al euríbor más 0,4 o 0,5. Pero eso quiere decir que cuando el banco se financiaba al 0,2, podía ofrecer a sus clientes hipotecas al 0,3 o 0,4, si ahora paga por el dinero el 0,6 o el 0,7, la cuenta sale muy fácil».