Las grandes firmas de moda afrontan la crisis con ofertas en mitad de temporada

P. S.

ECONOMÍA

15 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El calendario oficial de rebajas está para ser ignorado. Los grandes del sector de la confección marcan la pauta. Si hasta hace unos años eran las tiendas de Cortefiel las que de forma más evidente sorteaban el calendario y anticipaban las rebajas temporada a temporada, de un tiempo a esta parte son las primeras marcas las que han consolidado la tendencia con sus propuestas promocionales de mitad de temporada.

Lo hacen, por citar a los gallegos mejor situados en el segmento medio-alto de la moda gallega, Roberto Verino, Adolfo Domínguez y, entre otros, Purificación García, la enseña comercial del grupo ourensano Lonia Textil, cuyo escaparate, con la discreción que aconseja la legalidad, muestra en forma de pequeño cartelito una explícita invitación a aprovechar la «promoción especial mitad de temporada», con el 30% como porcentaje de reclamo.

Es, según dicen medios del sector, la forma más clara de explicar estas campañas, que se concentran en los meses de mayo y noviembre. Son, efectivamente, campañas de mitad de temporada. Situados en la actual, si en el aún reciente febrero arrancaron los más apurados con sus escaparates de primavera, la experiencia dice que resulta difícil sostener de forma continuada las ventas hasta el momento de las rebajas. Semanas fantásticas al margen, mayo es el mes del bajón del consumo. Es entonces cuando estas firmas, fabricantes de las mismas prendas que luego venden en tiendas propias, animan la temporada. Lo han vuelto a hacer, confirmando lo irreversible de una tendencia. Es el momento de dar salida a las prendas de transición, a las de principio de temporada, las que se han dejado de fabricar o aquellas de las que hayan quedado menos tallas.

Las fechas de esta campaña especial, sea como fuere, se ajustan a la mejor opción. No todos manejan el mismo calendario. Puede ser el mes de mayo tal cual, del 1 al 31, como puede arrancar a mediados o a finales de abril y finalizar antes o después, pero lo que apenas difiere entre unos y otros es el esquema del mes y que el 30% es la cuota de descuento preferida por todos ellos.

Este porcentaje es el que Roberto Verino aplica en los artículos señalados con un punto rojo y que no incluye todas sus prendas. Las clientas habituales, quienes forman parte del club de socios de esta firma ourensana, saben desde hace tiempo que de manera puntual, al menos dos veces al año, van a recibir en su dirección postal la tarjeta con la invitación a aprovechar los descuentos.

La historia es la misma que conocen quienes hacen sus compras a distancia, vencas o redoutes , que, por correo electrónico o por mensajes cortos de teléfono, van a recibir ofertas puntuales para comprar en fechas claves, o solo durante unas horas, un decir, prendas de catálogo general con un 25%, un 30%, o lo que como descuento corresponda en cada momento.

Tiendas multimarca

Y mientras esto ocurre, mientras los fabricantes exploran vías para sortear la crisis de consumo, las tiendas multimarca se mantienen a la expectativa, sin margen ni capacidad de maniobra, según confiesa el ourensano David Ferrer, responsable de los establecimientos que llevan el apellido familiar.

Los márgenes con los que pueden jugar las firmas que completan el ciclo, desde el diseño hasta el punto de venta propio, son más generosos que los de los locales que venden distintas firmas. Estos deben hacerlo sujetándose a dictados que incluyen desde las fechas de las rebajas, los porcentajes de descuento y el destino de los sobrantes. David Ferrer cree que el pequeño y mediano comercio se encuentra en inferioridad de condiciones a la hora de gestionar situaciones como esta, pero tampoco la legislación de comercio deja más margen.