Las entidades ofrecen regalos, dinero en efectivo y hasta devuelven un porcentaje de los recibos mensuales
24 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La guerra del pasivo que libran las principales entidades bancarias españolas ha llegado a las nóminas, uno de los productos más rentables para el sector al que no siempre se le ha prestado la atención que cabría esperar. Al menos, no la atención que han comenzado a prestarle ahora los principales bancos y cajas del país. Atemorizadas por la crisis de liquidez, y con los grifos del mercado interbancario prácticamente cerrados, buena parte de las entidades se han lanzado a captar nóminas o pensiones de la competencia con llamativas ofertas.
El BBVA acaba de lanzar una oferta según la cual regalará dos viajes de ida y vuelta en avión a destinos de España, Europa o África durante cada uno de los tres años en los que el cliente se compromete a mantener su nómina en la entidad. En Caixa Galicia han apostado por las nuevas tecnologías domésticas, y regalan un iPod, un sistema de cine en casa, la consola más buscada por todos los padres del mundo durante las pasadas navidades, un deuvedé grabador, una cámara con su propia impresora o una televisión de 19 pulgadas. Los regalos de la entidad varían entre el importe mínimo de la nómina o pensión y están sujetos a un compromiso de permanencia de tres años.
Banesto, por su parte, regala un ordenador portátil Compaq a todos aquellos que lleven una nómina de más de 700 euros mensuales y dos recibos, con un compromiso de permanecer en la entidad al menos 30 meses. El Banco Pastor, mientras tanto, ofrece ventajas como la supresión de comisiones habituales, la devolución del 2% de recibos como la luz o el gas o un abono a Legálitas de regalo, entre otra facilidades. Fuentes de otra entidad gallega, Caixanova, explican que trabajan en una campaña que tendrá por objeto incrementar el número de nóminas domiciliadas, y que llegará a las sucursales en pocas semanas.
Canales cerrados
La razón que explica esta oleada de ofertas es la imperiosa necesidad de obtener liquidez. Un portavoz de una de las entidades gallegas explica que los canales de financiación habituales utilizados por la banca española hasta ahora -básicamente conceder créditos hipotecarios, titulizarlos y sacarlos al mercado internacional para obtener más dinero con el que seguir dando créditos- están cerrados desde agosto pasado, cuando la crisis de las hipotecas basura en Estados Unidos acabó con la confianza de los mercados. La primera reacción del sector fue elevar la remuneración de los depósitos para captar nuevos clientes y comenzar a trasvasar líquido de los fondos de inversión de clientes ya existentes -sobre todo de aquellos más conservadores, preocupados por la volatilidad bursátil- a plazos fijos con un menor riesgo.
Esa guerra por los depósitos, que ha llevado a algunas entidades a pagar hasta el 12% por imposiciones a un mes, ha coincidido con un punto de inflexión en la curva de tipos. Paradójicamente, los bancos y las cajas de ahorros están pagando ahora más por el dinero cuando el precio de este inicia una nueva caída.