Roberto Tojeiro recibe la medalla de oro de la provincia de A Coruña

ECONOMÍA

16 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El empresario gallego Roberto Tojeiro recogió ayer en el pazo de Mariñán la medalla de oro de la provincia de A Coruña, un galardón concedido por la Diputación para premiar la trayectoria de un hombre que, a punto de cumplir los 80 (lo hará el día 29), participa en más de cincuenta consejos de administración y sigue a la cabeza del grupo Gadisa, un holding empresarial que genera 7.000 empleos y factura 1.300 millones de euros al año. Su empresa «es el mejor libro en el que pueden leer los estudiantes gallegos de las Facultades de Económicas», dijo el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, en un salón atestado de autoridades y personalidades de diversos ámbitos sociales.

El protagonista, tan ajeno a las cifras como cercano a la emoción, dio más de una vez las gracias, pidió perdón por los atrancos y recordó, precisamente, una de las esencias de su mérito: «Nací en una familia humilde», dijo el hijo de José y Florentina, que desde el ultramarinos familiar de As Pontes fue capaz de levantar todo un imperio. «Me crié en momentos difíciles de guerra», prosiguió. Pero un mal principio «en mi caso -reflexionó- fue bueno». Y lo fue «porque mi padre me enseñó a trabajar, a mí y a mis hermanos, y a luchar por la recompensa del esfuerzo en el trabajo».

De aquel origen le queda todo. Tojeiro se confesó «dudoso» merecedor de la medalla y reconoció sentirse obligado «a incrementar cada día el esfuerzo que tenga que hacer para tratar de aportar con mi trabajo algo útil a la comunidad». Y no olvidó tampoco recordar a quienes, trabajando, por supuesto, le han acompañado en sus 65 años de vida laboral. Como despedida, el veterano empresario ofreció su secreta receta: junto a la familia, el truco está en «tener las ideas claras, mucho trabajo y esfuerzo, la suerte de encontrar buenos amigos y el empeño en saber cuidarlos y mantenerlos».

El reconocimiento ofrecido al empresario sirvió para resaltar el valor de quienes empiezan desde abajo y, precisamente, su carácter ejemplar fue uno de los elementos más subrayados en la laudatio que ofreció Méndez. Utilizó el director de Caixa Galicia el propio apellido de la familia como muestra de la fortaleza, rectitud y tenacidad: «Un tojo crece y prospera en las peores condiciones, pero también florece», dijo, antes de aludir a que, en los negocios, como en la vida, «nada nace sin haber sembrado». De ahí que, «no es casualidad», valoró, la unánime decisión de distinguir al fundador de Gadisa.

Para glosar los méritos del empresario que lidera numerosas firmas en campos como la distribución comercial o el sector energético bastó con recordar el decálogo vital del propio homenajeado -humildad, honradez, ejemplo, comprensión, constancia y respeto- al que el financiero sumó «tacto, calma, dignidad y prudencia».