El BBVA pide medidas fiscales para relanzar la economía

M. J. Alegre

ECONOMÍA

25 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El BBVA se declara a salvo de la crisis financiera internacional. Exhibe, como prueba, los «excelentes» resultados de 2007, recuerda su nula exposición a las hipotecas basura y otros activos de alto riesgo, y su presidente, Francisco González, asegura que la entidad «está encantada» de prestar dinero. «Ojalá pudiéramos dar más hipotecas, lo que ocurre es que ahora nos piden menos», dijo, tras recordar que los criterios exigidos por el banco han sido igual de exigentes antes y ahora. «Todos hablan hoy de volver a la prudencia: nosotros siempre hemos estado en ella», aseveró.

No obstante este panorama, González propuso que el Gobierno español -seguramente el que salga de las urnas- emprenda una política fiscal «inteligente» para «dinamizar la economía». En su opinión, este sería un buen destino para el superávit de las cuentas públicas, estimado en una cifra equivalente al 1,8% del Producto Interior Bruto este año, si bien el presidente Rodríguez Zapatero ya ha elevado esa proporción al 2%.

Según González, la situación de la economía española, con ser buena, está sufriendo una desaceleración, porque el crecimiento estaba muy escorado hacia el inmobiliario, a lo que se añade la complicación de financiar el déficit exterior en momentos de contracción del crédito. El Ejecutivo «va a tener que hacer un buen diagnóstico y tomar medidas más ajustadas al terreno», porque «es evidente que no podemos seguir viviendo de un modelo que tiene sus restricciones», declaró.

La propuesta de mayor gasto fiscal mediante rebajas de impuestos ahora defendida por el presidente de BBVA se ha considerado la «estrella» del programa electoral del PP. Y Francisco González también tuvo palabras de elogio para Manuel Pizarro, la persona que podría aplicar esta política. Aseguró que un currículum académico y empresarial tan brillante hacen de su fichaje una buena noticia para todos los españoles.

«Si Pizarro puede hacer una política fiscal inteligente, otras personas también», apostilló, curándose en salud. Y poco antes también había calificado de forma positiva la actuación del rival de Pizarro, el vicepresidente económico. Tras desmentir que el Gobierno socialista pidiera al sector bancario el mantenimiento del «grifo abierto» en la financiación empresarial, González aseguró: «Pedro Solbes es un profesional de esto y sabe que los mercados tienen que funcionar».

En 2007, año marcado por el estallido de la crisis de las hipotecas de riesgo en Estados Unidos, BBVA ganó 6.126 millones de euros, un 29,4% más. Sin operaciones singulares, y comparado en términos homogéneos, el beneficio fue de 5.403 millones, con avance anual del 18%.

González atribuyó el éxito del ejercicio al crecimiento de todas las áreas de negocio, el alejamiento de cualquier práctica de riesgo y a una política volcada a las necesidades del cliente.

De cara a 2008, apuntó que el crédito seguirá creciendo a una tasa próxima al 10%, con probable caída del inmobiliario. La morosidad aumentará, pero «en modo alguno afectará a los resultados». Para evitarlo, ahí tiene el banco los 5.600 millones de euros de provisiones genéricas atesoradas.