Hasta hace unos meses, apenas tenía interés alguno para los ladrones. De un tiempo a esta parte las cosas cambian como consecuencia de la subida de precios. El gasóleo figura ya en el botín que algunos cacos se llevan en sus robos. No es de extrañar, porque llenar los depósitos es cada vez más caro: entre ocho y neve euros más que el año pasado.
Solo en lo que va de año, fueron efectuadas ante la Guardia Civil lucense más de una docena de denuncias por sustracciones de estas características en máquinas y camiones aparcados en lugares poco transitados o alejados de núcleos rurales. En otros lugares de Galicia también se da una situación similar.
El último robo del que se tuvo constancia, ocurrido en la provincia de Lugo, sucedió a principios de este mes. De un camión y de una pala que se encontraban estacionados en Negueira de Muñiz, se llevaron algo más de cincuenta litros de combustible. Algo similar sucedió en los últimos meses en varias localidades. Alguno de los robos fue cometido en parques eólicos, donde saquearon depósitos en las casetas.
Con goma o con motor
Quienes roban el gasóleo no son integrantes de bandas que se dedican únicamente a este género. Se llevan también herramientas y realmente todo lo que encuentran. Los investigadores creen que están alcanzando ya cierta sofisticación porque, en algunos casos, utilizan pequeños motores extractores del combustible. Evidentemente, funciona también el sistema de introducir una goma en el depósito y chupar.
¿A dónde va destinado el combustible que se roba? Podría pensarse que existe un mercado negro. Quienes realizan pesquisas sobre el asunto no lo descartan, sin embargo creen que todo puede ser más sencillo y que el combustible sea utilizado por los rateros y su entorno para llenar los depósitos de otros vehículos e, incluso, los que hacen funcionar las calderas de la calefacción. «Hay que tener en cuenta -explicó ayer un guardia- que ese gasóleo sirve absolutamente para todo. Por increíble que parezca, un ladrón consigue actualmente más por un litro de combustible que por un kilo de chatarra».
Subidas imparables
Llenar este puente de la Constitución un depósito tipo de 55 litros de un turismo con gasolina sin plomo de 95 o de gasóleo cuesta entre 8 y 9 euros más que el año pasado por estas fechas. Según los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio medio del litro de gasolina sin plomo de 95 era de 1,105 euros, mientras que el del gasóleo se situaba en los 1,072, precios que representan los máximos históricos de ambos tipos de carburantes, según informó la agencia Efe.
Llenar ahora un depósito de 55 litros de gasolina supone un desembolso de 60,77 euros frente a los 52,69 que costaba a principios de diciembre del 2006. En cuanto al gasóleo, un depósito de la misma capacidad sale por 58,96, casi nueve más que que al comienzo del puente del año pasado.
En los últimos dos meses, la gasolina sin plomo subió un 3,66% y el gasóleo, un 6,77. El encarecimiento se produce como consecuencia del incremento de la cotización internacional del petróleo, que bate todas sus marcas y el barril de brent ya se encamina a los cien dólares y con tendencia a seguir subiendo.