British Airways evita una pelea con Caja Madrid y le ofrece alcanzar una alianza en Iberia

Julio Díaz de Alda

ECONOMÍA

27 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

British Airways no quiere pelear por Iberia. Al menos, no quiere gastar un euro en aumentar su participación en la aerolínea española. La británica hizo ayer pública su decisión de no ejercer su derecho de tanteo contra Caja Madrid por el 6,99% de Iberia que BBVA ha puesto a la venta. Tampoco lo hará respecto al 6,42% que Logista ha ofrecido al denominado núcleo duro de la aerolínea y que Caja Madrid también quiere comprar. Este paso deja el control de la compañía aérea en manos de la caja con un 23,3% del capital. Una posición de dominio sobre la que llamó la atención el vicepresidente económico, Pedro Solbes. Las acciones de Iberia se desplomaron en Bolsa al desinflarse la guerra de opas abierta sobre la firma.

A British, que no pasa por sus mejores momentos, le cuesta rascarse el bolsillo. No quiere hacerlo, al menos, para comprar Iberias. Apuesta por mantener su 10% y esperar con la esperanza de alcanzar algún tipo de acuerdo con Caja Madrid. Algo que se antoja más que difícil, pues la caja le ha reprochado durante años su actitud en la aerolínea española y más en los últimos meses, cuando se alió con Texas Pacific Group (TPG) para lanzar una opa y quedarse con Iberia sin poner un solo euro.

«La posición de British Airways como socio industrial clave en Iberia sigue siendo importante y no depende de un aumento de su participación; iniciaremos conversaciones con Caja Madrid para maximizar el valor de nuestra relación con Iberia», señaló British en un escueto comunicado. El mercado ha dado por hecho que la oferta TPG-British (a la que se sumaron las españolas Vista Capital, Ibersuizas y Quercus) se ha desvanecido, toda vez que la británica ha optado por hablar de forma unilateral con el principal accionista de Iberia. Fuentes del consorcio se apoyaron en la socorrida fórmula de «ni confirmamos ni desmentimos».

No se puede olvidar, sin embargo, que TPG y British Airways se plantearon la posibilidad de comprar la aerolínea de bandera española en un escenario muy distinto, con un núcleo duro como punto de referencia. Ahora, manda única y exclusivamente Caja Madrid, pues los siguientes accionistas por orden de importancia son la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con un 5%, y El Corte Inglés, con un 2,9%. La cotización de Iberia fue suspendida pasadas las 15.30 horas, momento en el que, después de protagonizar una de las mayores subidas del día, caía a plomo.

Batalla

A pesar de que British se retira técnicamente de la batalla, las espadas se mantienen en todo lo alto. Eso sí, empuñadas por las grandes fortunas y los grandes grupos inversores españoles. Por ahora, dos pretendientes han mostrado su interés. De un lado, Gala Capital (con Alicia Koplowitz y Manuel JovE en su accionariado) junto a la BBK y Juan José Hidalgo, que ya han realizado una aproximación al reconocer su interés. De otro, los empresarios Javier Salas, Manuel Zorita y José María Castellano, que, según fuentes del mercado, contarían con el apoyo del banco Santander.

El Gobierno vería con buenos ojos una solución nacional para Iberia que es algo más que una aerolínea: es la llave del tráfico aéreo con Latinoamérica y la que aprovecha, da fuerza y recorrido a Barajas y El Prat. El vicepresidente Solbes se mostró menos proteccionista que su colega de Industria, Joan Clos, y apuntó, en referencia al dominio de Caja Madrid que las cajas adolecen de dos problemas: la dificultad de medir su eficacia en la gestión al no estar expuestas al contraste del mercado, y la falta de simetría, al poder comprar pero no poder ser compradas.