La T4 es la clave en la opa española por Iberia

ECONOMÍA

¿Por qué España debe comprar la aerolínea de bandera?

13 oct 2007 . Actualizado a las 02:48 h.

Esta semana se conoció una operación que se lleva fraguando hace ya tiempo: un grupo de inversores españoles debe lanzar una opa sobre Iberia. ¿Por qué? La compañía de bandera no debe pasar a manos ni francesas ni británicas, ni de ningún otro país. Tiene que seguir siendo española.

Los encargados de encontrar a ese grupo de accionistas son José María Castellano, ex consejero delegado de Inditex; Miguel Zorita, ex presidente de la consultora Deloitte, y Javier Salas, ex presidente de Iberia. Ya han contactado con algunos potenciales inversores (por ejemplo invitaron a Gala Capital, una sociedad de capital riesgo en la que participan inversores como Manuel Jove, Rafael del Pino, Alicia Koplowitz y Fonditel) a los que les están exponiendo el plan estratégico, al tiempo que les explica que la venta de Iberia es prácticamente un asunto de Estado. La razón es que Iberia opera casi en exclusiva en el nuevo aeropuerto de Madrid, es decir en la T4, donde se han invertido un billón de las antiguas pesetas. Si el consorcio integrado por TPG-British Airways o por Air France-KLM se hacen con la aerolínea española, indirectamente controlarán el principal aeropuerto nacional. Y esta infraestructura es estratégica para España, tanto por su importancia económica como por su situación geográfica, que le permite disfrutar de una buena climatología. Por eso las negociaciones con Caja Madrid, uno de los accionistas de referencia en Iberia, van por buen camino. Miguel Blesa, presidente de la entidad financiera, no puede dejar que la que se conoce como la principal empresa de Madrid caiga en manos foráneas. También han entendido el planteamiento el Gobierno central y los miembros del principal partido de la oposición.

Las conversaciones continuarán durante las próximas semanas y, si José María Castellano y sus socios en la gestión de este reto logran captar accionistas, contarán con el total respaldo del Banco Santander. Su presidente, Emilio Botín, está deseando financiar esta operación, que supondrá un desembolso de más de 3.400 millones de euros. Y es posible que también se anime a participar en el diseño final.