Más de 2.500 familias gallegas dependen del telemárketing

La Voz P. V. | REDACCIÓN

ECONOMÍA

M. MORALEJO

Las grandes firmas ubicadas en España tienden a abrir sedes en países con menores salarios Las cifras de negocio del sector de la atención telefónica se han multiplicado por 12 desde 1995

22 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

En inglés y en el mundo empresarial se llama outsourcing, y aunque suene extraño es una actividad cada vez más común en los negocios en España. Consiste en encargar a terceras empresas trabajos en nombre de la propia firma, labores como la atención al cliente o campañas de promoción y de fidelización. En esta externalización se asienta el sector de los contact center y el telemárketing, un negocio que se ha disparado en la última década en España y del que hoy dependen más de 2.500 familias en Galicia. En el 2005 el sector tuvo un volumen de negocio de más de 1.255 millones de euros, con un aumento de la actividad de casi un 25% respecto al año anterior y doce veces la que acaparaba en el 1995, según la Asociación de Empresas de Márketing Telefónico (ACE), organización que agrupa al 85% de las firmas del sector. Grandes multinacionales conviven con pequeñas empresas locales, aunque estas últimas suelen compaginar los servicios de telemárketing y atención al cliente con otras actividades ligadas a los servicios telefónicos. Los últimos movimientos de la firma Atento, filial de Telefónica que ha reducido su plantilla en A Coruña (cerca de un 15%) y en otros puntos de España, han sacado a la palestra la situación que vive el sector a pesar de la buena salud. Las grandes empresas, muchas veces multinacionales con contratos firmados casi en exclusiva con una o dos compañías, tienden a reducir sus sedes en España y las sustituyen por otras en el extranjero, principalmente Latinoamérica donde los gastos en personal son mucho más reducidos. Si en el 2005 las empresas españolas de telemárketing tenían nueve plataformas (como se llaman los centros donde atienden las llamadas los teleoperadores) instaladas en el exterior, en el presente año ya son al menos quince las que operan en terceros países. Muchas plataformas se ubican en países para los que es necesario pedir una autorización especial a la hora de enviar los datos, según consta en el registro de la agencia española de protección de datos. Jazztel protagonizó durante el pasado año una sonada salida de Galicia. Abrió su propio call center en América para dar información telefónica a sus clientes y dejó de contratar a empresas de telemárketing 600 operadores. De las 168 plataformas existentes en España pertenecientes a la ACE que emplean a cerca de 60.000 personas, ocho se ubican en Galicia. Diversas fuentes de un sector en plena convulsión como el del telemárketing y la información telefónica apuntan a que en los próximos años se verá un importante cambio en la fisonomía del negocio en España en general y en Galicia en particular. Apuntan que algunas grandes multinacionales instalarán sedes en países con bajos costes laborales los servicios más básicos, como facilitar números de teléfono. Sin embargo, otras empresas, principalmente las dedicadas a las relaciones con el cliente más especializadas y personales se mantendrán y engrosarán un sector cada vez con personal más profesionalizado.