Citroën elige el modelo gallego de proveedores para que el grupo ahorre

ECONOMÍA

El nuevo presidente evaluará las fábricas por sus costes de producción Confía en la gama Picasso para ganar cuota y despeja toda duda sobre el futuro de Vigo

07 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Fabricar nuevos modelos, de más calidad a costes más bajos. Ésta es la prioridad del nuevo equipo directivo de PSA Peugeot Citroën comandado por el presidente, Christian Streiff, que ayer compareció por primera vez públicamente en París en calidad de patrón del grupo para revelar parte de la estrategia para remontar ventas y ganar margen operativo. La clave está en vehículos más baratos, ajustando al máximo los costes de compras y reduciendo a la mínima expresión el gasto logístico. «La integración local de los proveedores será una pieza fundamental para evitar el encarecimiento del producto», afirmó Streiff. En realidad, de lo que se trata es de imponer en todas las plantas del grupo el modelo que tan buenos resultados ha dado en Galicia, basado en la consolidación de una potente red de proveedores locales que suministre los componentes a precios más bajos. El cambio en la política de compras se exportará a las plantas de Mercosur, China y Europa del Este, y se traducirá en mayores aprovisionamientos de los componentes de sus automóviles en países de bajos costes. Eso sí, Streiff ya ha advertido que hará un marcaje férreo sobre las compras y que cada centro tendrá que dar cuentas detalladas del gasto. Y es que, según la nueva estrategia del grupo, a partir de ahora la factoría que quiera trabajar sin dificultades tendrá que demostrar que puede hacerlo no sólo bien, sino barato. Vigo, imprescindible «El trabajo de las plantas se medirá con criterios de costes y productividad», anunció Streiff, al tiempo que adelantó el inicio de una evaluación de las fábricas europeas del grupo (se enmarca dentro de una auditoría completa) a partir de cuyos resultados, que se conocerán en mayo, comenzará a tomar decisiones la cúpula de la multinacional. El presidente de PSA evitó entrar en detalles sobre la situación de los centros de Europa. En cualquier caso, el grupo galo despeja el camino de la factoría gallega al asegurar que «PSA no tiene ninguna duda sobre Vigo». Pero el directivo eludió pronunciarse sobre posibles cierres en un futuro próximo. El caso más reciente es el del centro de Ryton en el Reino Unido. «Cada planta tendrá que estar a un nivel de competitividad en sus gastos fijos», dijo. Streiff fue tajante: «Nunca he dado garantías sobre el empleo a los sindicatos y no lo voy a hacer» afirmó. Aclaró, sin embargo, que en el grupo hay diálogo con los representantes de los trabajadores, y que ante eventuales reducciones de plantilla la empresa se preocupa de no dejar a los asalariados solos en la búsqueda de alternativas. Además de la calidad y la eficiencia, el patrón de PSA supedita buena parte del éxito de su plan de choque contra la crisis al producto. En este sentido, Streiff manifestó su plena confianza en la gama de los Picasso de la que, según el balance presentado ayer, durante el 2006 se vendieron 207.500 unidades (183.500, del Xsara Picasso y 24.000 del C4 Grand Picasso), un 11% más que en el año 2005. Reconocimiento a Folz Streiff, nombrado el pasado martes oficialmente presidente de la multinacional francesa, reconoció la labor de su predecesor, Jean Martin Folz, quien en los diez años que permaneció al frente de la empresa consiguió aumentar un 60% las ventas del grupo a nivel mundial, triplicar las entregas en el área internacional y desarrollar tres plataformas en las que actualmente se producen el 70% de los vehículos de las marcas Peugeot y Citroën.