El sector ve una amenaza en el «afrancesamiento» de Citroën

Miguel Á. Rodríguez | M. Sío Dopeso VIGO

ECONOMÍA

Esperan que el sustituto de Riera confíe en la red gallega de proveedores Las auxiliares creen que la gestión de la planta de Vigo es un ejemplo para todo el grupo PSA

27 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

El inminente cambio al frente de la dirección general de PSA Peugeot Citroën en Vigo mantiene a todo el sector gallego a la expectativa. En la industria existe la certeza de que la marcha de Javier Riera, actual director de la planta, sería más fácilmente asumible si la decisión no hubiera sido tan precipitada (dos años antes de lo esperado) y si el relevo que va a imponer PSA no llegara importado de París, tal y como, al parecer, está previsto que ocurra a principios del próximo mes de enero. En plena resaca, y a la espera de noticias sobre los planes del constructor francés para su planta más productiva, la industria auxiliar no oculta su temor sobre las consecuencias que podría suponer para todo el tejido industrial generado en torno a la fábrica gallega un probable cambio de timón hacia un mayor «afrancesamiento» de la factoría. Dicho de otro modo, la amenaza más preocupante en estos momentos para el sector es que su principal cliente deje de trabajar en equipo, conjuntamente con las empresas gallegas del clúster, y empiece a ir por libre, siempre bajo las directrices impuestas por París. «Hemos conseguido crear una cultura de cooperación que nos ha hecho fuertes y competitivos y eso ha servido para que otras multinacionales se hayan querido venir a trabajar con nosotros», explica el responsable de una firma de componentes de reciente asentamiento en Galicia (el negocio es el negocio y la petición de anonimato es condición indispensable para dar a conocer su opinión) . La industria gallega confía en su potencial, pero cree que lo importante ahora será la nueva cúpula directiva de PSA en Vigo también lo haga. «Somos conscientes de que el relevo va a implicar cambios que se van a notar, eso está asumido. Pero lo que nos preocupa es que venga alguien que no entienda todo esto», explica el directivo de uno de los proveedores más veteranos de PSA, que también opta por la confidencialidad. Al igual que a toda la plantilla de Citroën, el anuncio de la marcha de Riera ha pillado a todo el sector de automoción de vacaciones, pero ni empresarios ni sindicatos están tranquilos y las reuniones «informales» se suceden estos días para intercambiar información. Miembros del comité de empresa de Citroën intentaron ayer, sin éxito, contactar con la dirección de recursos humanos de PSA en Francia para intentar conocer más detalles del próximo director general. La quiniela que manejan tiene de momento media docena de nombres. El que suena con más intensidad en estos momentos es el de Pierre Ianni, un francés de 53 años que en la actualidad es director industrial de la planta de PSA en Buenos Aires. Ianni lleva casi tres años en la capital bonaerense, y desde su gabinete de comunicación, ayer aseguraban que «no existe el más mínimo rumor acerca de un posible cambio, que sepamos, por lo menos hasta el 31 de diciembre», aseguraba ayer el jefe de prensa de PSA en Buenos Aires. El jefe de proyecto del último lanzamiento realizado en la planta argentina para Mercosur, el Peugeot 307, es un vigués, José Antonio Freire, que llegó al país austral hace tan solo diez meses y que llegó a la fábrica tras haber sido el responsable de calidad en el lanzamiento vigués del Xsara Picasso, último realizado en Vigo a nivel mundial en los últimos siete años, con la excepción de la reciente puesta en escena del C-4. Relevo en Vigo Ayer, la dirección del grupo PSA en París no había comunicado todavía el nombre del sustituto de Javier Riera en la factoría viguesa. La cúpula de la multinacional francesa no tiene decidido aún el calendario a seguir para este relevo en la fábrica más productiva de la firma, pero es más que probable que la reunión convocada por el comité de dirección para los primeros días de enero sirva para designar a la persona que tomará las riendas de la planta de Balaídos. Aunque todo apunta a que será un francés quien al final goce de la confianza del nuevo presidente, Christian Streiff, siguen sonando candidatos, como el actual director de la factoría de Mangüalde, en Portugal, Paulino Alonso.