R firma un préstamo por 220 millones para crear la última fase de su red

Manuel Blanco REDACCIÓN

ECONOMÍA

El operador extenderá sus servicios a 40 nuevos municipios gallegos hasta el 2008 Un total de 22 entidades de España, el Reino Unido y Portugal participan en la operación

06 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Un lustro después del inicio de su actividad comercial, R, el operador de cable gallego, dio ayer otro paso decisivo para consolidar su proyecto de telecomunicaciones. La dirección de la empresa ha logrado un crédito por valor de 220 millones de euros (36.600 millones de pesetas) con 22 entidades financieras de España, Portugal y el Reino Unido para completar la última fase de su red y extender sus servicios a 40 municipios de la comunidad, un proceso que deberá estar culminado a finales del 2008. Directivos de estos bancos y cajas firmaron en la sede de R en A Coruña la concesión de un crédito que, en palabras de Julio Fernández Gayoso, director general de Caixanova (accionista de la compañía y uno de los agentes principales en esta operación), permitirá asentar definitivamente un proyecto empresarial de importancia estratégica para Galicia. De hecho, Fernández Gayoso volvió a comparar el impacto de R con el que generó en su día la creación de la Autopista del Atlántico (Audasa). Sea como fuere, lo cierto es que los 220 millones de euros se invertirán en llevar la red de fibra óptica a municipios como Lalín, Carballo, Redondela, A Rúa, Monforte... «Pero esta financiación -explicó Arturo Dopico, director general de R- también servirá para completar y mejorar nuestra oferta de servicios: telefonía IP, contenidos interactivos...» En la actualidad, el operador de cable tiene 190.000 clientes (cerrará el ejercicio con unos 210.000, según sus cálculos) y capacidad para atender a algo más de medio millón de hogares de la comunidad. Una vez que culmine el despliegue de la última fase de su red en el 2008, espera acercarse a los 260.000 clientes entre empresas y particulares y a 700.000 hogares, esto es, el 70% de los que hay en Galicia. Internet en el medio rural ¿Y después? Por una parte, la empresa tratará de amortizar al máximo la cuantiosa inversión realizada desde su creación, que ascenderá, con el préstamo firmado ayer, a 600 millones de euros. El director general de Caixanova dijo a este respecto que se trata del «proyecto privado más importante de Galicia». Por otra, y a la vista de que todo parece indicar que la ampliación de la red de cable se verá limitada (ya casi no quedarán núcleos de población con la suficiente densidad para que el despliegue sea rentable), los gestores de R se han embarcado en una iniciativa experimental para llevar la banda ancha a las zonas del rural a través de tecnología radio. En el marco de este proyecto, que es fruto de un convenio entre el operador y la Consellería de Industria e Innovación, la empresa está desarrollando planes piloto en concellos como Ames o Fene. La implantación de Internet de banda ancha en las zonas del rural gallego es una vieja aspiración de la Xunta que se ha visto obstaculizada hasta la fecha por la falta de soluciones tecnológicas eficaces (y rentables). En todo caso, la cuota de mercado para este tipo de clientes no es, en absoluto desdeñable, toda vez que hay decenas de miles de hogares en la comunidad que podrían beneficiarse de estas nuevas aplicaciones. Participación Respecto al crédito rubricado ayer, además de los 220 millones de euros del préstamo sindicado, se firmaron cuatro líneas de avales por valor de 36,2 millones de euros para garantizar ante la Xunta la acometida de las inversiones a lo largo de los próximos años. En la operación participan 22 entidades y organismos (Caixanova, Instituto de Crédito Oficial, Caixa Catalunya, Banco Pastor, HSBC, Banco Gallego, BBVA, Simeón o La Caixa, entre muchas otras), que incluso vieron prorrateada su participación en la operación ante el interés que despertó ésta entre los agentes del sector financiero. Por otra parte, consultado sobre el posible interés de la Xunta en retomar el proyecto para crear un gran grupo lácteo gallego, el director general de Caixanova explicó que «sabemos que es un asunto que preocupa a la Xunta», y admitió que estudiará la posibilidad de formar parte de esa aventura, si bien precisó que hasta la fecha no se han dirigido a la caja para plantear esa posibilidad.