Kirchner contra las vacas

Arturo Lezcano González BUENOS AIRES

ECONOMÍA

PAULINO ORIBE

El Gobierno argentino recomienda no comprar carne de vacuno mientras no baje el precio, y ha suspendido la exportación del producto nacional por excelencia

29 mar 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

«Si el precio de la carne no baja, no compre. Elija sustitutos como pollo, pescado, cerdo y legumbres. Como consumidor, el poder está en sus manos. Defienda su bolsillo. Defienda su país», En los muros de las calles de Buenos Aires, en las vallas publicitarias y en los periódicos de Argentina país se puede leer ese mensaje. Lo firma la Subsecretaría de Consumo del Gobierno. En el país del asado, el bife y la milanesa, el Ejecutivo de Néstor Kirchner le ruega a la población que se prive de su mayor placer gastronómico y seña de identidad: la carne de vacuno.? Argentina tiene 39 millones de habitantes y 50 millones de vacas; y, además, presenta el mayor índice de consumo de carne roja en el mundo, con 65 kilos per cápita al año. En su inclinación al chascarrillo, los argentinos hablan de la vaca como salvaguarda de «la soberanía alimentaria» del país. Todo ello cambiaría si se le hace caso al Gobierno, que pretende frenar la principal amenaza de la economía argentina: la inflación. En el 2005, los precios se elevaron un 12,5%. Los de la carne de vacuno, un 17,9%. Y desde noviembre del 2003, acumula una subida del 31,8%. Esos datos llevaron al Gobierno a suspender el pasado 9 de marzo la exportación de carne por un período de 180 días, y a aumentar las retenciones arancelarias de ventas al extranjero del 5 al 15%. La suspensión pretende «garantizar la oferta en el mercado interno para que los precios bajen», según la titular de Economía, Felisa Miceli, porque «la inflación es el impuesto más regresivo». La medida no ha tenido el efecto deseado. ? En un primer momento, aumentó la entrada de reses a los mercados ganaderos, pero ahora las cifras están como antes de la suspensión, lo que se interpreta como una medida de presión de los empresarios del campo, contrarios a la decisión: «Se está perjudicando el libre comercio y se tardará en recuperar la confianza de los mercados internacionales, ya que estamos dejando que Brasil nos reemplace como exportador», asegura Ricardo Valenzuela, productor agropecuario en la provincia de Corrientes. No opinan lo mismo los sindicatos y grupos de presión próximos al Gobierno, que han colocado casetas informativas para convencer a la gente de que compre pollo o pescado en lugar de vacuno. Un buen número de consumidores ya han empezado a hacerlo ante la baja calidad que se encuentra en los supermercados: «El kilo de lomo común me sale a 14 pesos [cuatro euros]. Pero si quiero calidad tengo que pagar 30», protesta Mirta Palmieri, ama de casa residente en el barrio de La Boca.? En el país del asado están cambiando los hábitos alimenticios. Sólo hay que echar una ojeada al menú para funcionarios en la Casa Rosada: sopa, arroz con calamares y crep de pollo. Si 2005 fue un año bovino en Argentina por su producción, exportación y consumo, el 2006 está siendo el del Gobierno contra la vaca. De momento, la tiene agarrada por los cuernos.