Análisis | La posible compra de la planta de gas de Reganosa
19 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.?nagás quiere recuperar el monopolio del sistema gasístico que perdió con la irrupción en el mercado de la regasificación de las plantas de Bilbao -ya en operación-, Sagunto y Mugardos, estas dos últimas aún en fase de construcción. En Galicia, la operación no se ve clara. ¿Cuál sería la posición de los socios mayoritarios de Reganosa ante una posible compra de la planta? Ninguno se ha pronunciado oficialmente, pero parece poco probable que ni las cajas de ahorro gallegas, ni la Xunta (con el 10% del capital), ni el empresario Roberto Tojeiro (con el 18%) apoyasen la operación. PSOE y BNG -coaligados en el nuevo Ejecutivo autonómico- tendrían que enfrentarse a la decisión de renunciar a la presencia pública en un proyecto que el anterior Gobierno siempre defendió por cuanto proporcionará una mayor autonomía energética a la comunidad. El empresario pontés tampoco olvida las trabas que tuvo que salvar para materializar la regasificadora en un momento en el que Enagás negaba reiteradamente la necesidad de construcción de una planta. ¿Tendrían una mayor disposición a la venta las compañías eléctricas? Fuentes del sector dibujan dos escenarios distintos. Por un lado, apuntan a que Endesa y Fenosa (que suman el 42% de Reganosa) podrían aceptar la compra de la planta, ya que tienen garantizado el suministro de gas para sus ciclos combinados, aunque también explican que Fenosa está presente en toda la cadena del gas -incluido plantas de licuefacción y buques gaseros- por lo que sería complicado que se desprendiese de una de las piezas. ¿Qué repercusión inmediata tendría para Galicia la venta de la planta de gas de Mugardos? Los socios de Reganosa cuentan con acuerdos de suministro del gas a largo plazo, de forma que se han asegurado el combustible para sus ciclos combinados y también para abastecer el consumo doméstico. Los defensores de la autonomía energética gallega consideran que Enagás -que está controlada por Gas Natural, que comercializa este combustible y también electricidad- podría paralizar futuras ampliaciones de la planta gallega y primar su negocio natural, ubicado en la costa mediterránea. Otras fuentes valorarían que el sistema gasístico nacional emulase al eléctrico, con una fragmentada representación de las empresas del sector.