La caja firmó ayer la adquisición del 20% del capital de la firma lucense por 17 millones Pondrán en marcha un plan estratégico al que destinarán 150 millones de euros
20 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.La Corporación Financiera de Caixa Galicia firmó ayer la adquisición del 20% de Norvento, la mayor empresa eólica de capital gallego, por un total de 17 millones de euros. La operación, que se lleva a cabo a través del Fondo Invercaixa Galicia, de Gescaixa, la sociedad de capital riesgo de la caja, es el comienzo de un proyecto de colaboración mucho más amplio. El objetivo es poner en marcha un plan estratégico en el que invertirán unos 150 millones de euros para convertir a la empresa en líder en la investigación y explotación de energías renovables, tanto en el mercado nacional como internacional. Dos serán, fundamentalmente, las patas en las que centrarán el esfuerzo y el dinero. Por una parte, el desarrollo y construcción de un total de cuatro parques eólicos que ya tiene concedidos Norvento y, por otra, una fuerte apuesta en Investigación y Desarrollo (I+D) en otras energías renovables, especialmente, en la eólica marina u off shore y la procedente de las olas. Los parques Actualmente, la firma lucense Norvento (participada en un 80% por la familia Fernández Castro y en un 20% por la Corporación) cuenta con un parque eólico en funcionamiento, ubicado en Montouto, al que en breve se unirán los de Fiouco, Curuxeiras, Sasdónigas y Neda, lo que supondría unos 162 megavatios de potencia instalada, aunque la aspiración del grupo es poder optar a nuevas concesiones y alcanzar los 400 megavatios. Su presidente, Pablo Fernández Castro, apuntó que uno de los problemas que deben enfrentar los parques de Norvento es la falta de puntos de conexión a la red, obstáculo que requiere la colaboración de Administración y promotores para solucionarlo. La otra pata del proyecto es una fuerte apuesta por el I+D, especialmente centrado en la obtención de energía de las olas y de plataformas eólicas offshore . En este sentido, Pablo Fernández Castro recordó que ya están en marcha algunas iniciativas que permiten obtener energía eólica en el mar en países como Dinamarca o Gran Bretaña. En su opinión, la explotación comercial de la energía procedente de aerogeneradores ubicados en el océano podría llegar en el plazo de tres o cuatro años mientras que, en el caso de la que procede de las olas, algo menos desarrollada, habría que esperar entre cinco y seis años.