Bruselas insiste en que el recorte del gasto de la UE dinamitará la cohesión

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro CORRESPONSAL EN BRUSELAS

ECONOMÍA

PHILIPPE WOJAZER

El comisario de Política Regional defiende de forma encendida la «utilidad» de los fondos que recibe Galicia La Eurocámara aprueba uno de los presupuestos más restrictivos de los últimos años

18 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Por segunda vez en los últimos tres días, el comisario europeo de Política Regional, Michel Barnier, volvió a rebelarse contra la idea lanzada por los grandes países de la Unión Europea (UE) -Alemania, Reino Unido y Francia- para recortar en un 20% el presupuesto comunitario a partir del 2007. Barnier advirtió de que esta medida dinamitaría la cohesión comunitaria y defendió el mantenimiento de los fondos que reciben las regiones menos prósperas, como Galicia, como una de «las más bellas y útiles ideas» de la Comunidad. Las palabras del comisario Barnier fueron pronunciadas en Bruselas casi a la par que el pleno de la Eurocámara aprobaba uno de los presupuestos comunitarios más restrictivos de los últimos años, que sólo representará el 0,98% del PIB de la Unión, frente al 1,24% que se permite de máximo. Coincidencia El proyecto de ingresos y gastos de la UE para el 2004 casa perfectamente con la petición hecha esta misma semana en la llamada Carta de los Seis por los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Austria, Holanda y Suecia, en la que piden reducir del 1,24% al 1% del PIB el techo presupuestario de la Unión, es decir, recortarlo en un 20%. Esta medida, de prosperar, obligaría a reducir el gasto en el apartado de los fondos estructurales o de cohesión, ya que Francia y Alemania han pactado de antemano que se mantendrán intactas las ayudas agrícolas, que representan en torno al 45% del gasto presupuestario de la Comunidad. Aun a riesgo de enfrentarse a su propio país, Barnier -que pertenece a la misma familia política que el presidente Chirac- advirtió ayer de que no será posible mantener una política de cohesión ambiciosa, al menos en los términos previstos para la Europa de los Veinticinco, con los recortes que proponen los países contribuyentes netos. Es más, el comisario insistió en que el ingreso en la UE de países como Polonia, Eslovaquia o Estonia aumentará «las desigualdades» y las «fracturas» en la Unión, ya que habrá más europeos viviendo en regiones desfavorecidas económicamente y la riqueza media descenderá entre un 5% y un 7%. Por ello, defendió de manera encendida las ayudas que reciben comunidades como Galicia, valoradas por Barnier como «una de las más bellas y útiles ideas de la Comunidad», que ha posibilitado «un aumento superior al 10% en el PIB de Irlanda, Grecia, España y Portugal», y que es «necesaria» para garantizar el crecimiento y competitividad del conjunto de la UE.