El gasoducto gallego se colapsará en dos años si no se instala uno nuevo

Manuel V. Sola VIGO

ECONOMÍA

La construcción de una segunda tubería, paralela a la actual, cuesta menos de 100 millones de euros El Gobierno no incluyó la obra en su Plan de Gas, que abarca hasta el 2011.

17 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

El gasoducto Tui-Ribadeo tiene capacidad para transportar entre 8.000 y 9.000 millones de termias anuales de gas natural. A partir del año 2005, Galicia necesitaría una tubería con capacidad para 17.553 millones de termias. En el 2009, la demanda gallega será de casi 33.000 millones de termias. Dicho de otro modo, el actual gasoducto gallego se colapsará en el plazo de dos años. ¿Por qué? En primer lugar, porque el gas natural que salga de la futura planta de regasificación de Mugardos (Reganosa), junto a Ferrol, no cabe por la actual tubería. Y, en segundo lugar, porque se necesitaría un gasoducto mayor para abastecer a las nuevas centrales térmicas de gas que Fenosa y Endesa construirán en Sabón (Arteixo) y As Pontes, respectivamente. Reganosa Reganosa va a generar inicialmente 30.000 millones de termias con la previsión de alcanzar los 80.000 millones de termias. Una parte de ese gas será conducido directamente a las plantas de Fenosa y Endesa para ser quemado y convertido en electricidad. Esa conexión sí está prevista, en parte, entre Ferrol, Sabón y As Pontes, a través de una nueva red de gasoductos que debería estar operativa en el 2005. Sin embargo, el resto del gas que salga de Mugardos no tendrá por dónde ir. «Es necesario un nuevo gasoducto, tanto para rentabilizar la planta de Mugardos, como para abastecer al mercado gallego y, especialmente, para cubrir el cuadrante noroeste de la Península», explica el portavoz del Instituto Enerxético de Galicia (Inega). Lo cierto es que ni el Gobierno central ni Enagás, la empresa que monopoliza el transporte de gas natural en España, lo han incluido en sus planes. El plan gasístico aprobado hace meses por el Consejo de Ministros no prevé, al menos hasta después del año 2011, la construcción de un nuevo gasoducto en Galicia. Para entonces, según los datos de la Xunta, la conducción que ahora está en servicio llevará seis años colapsada. El segundo gasoducto Ante el desinterés del Gobierno central y de Enagás, la Xunta ha optado por financiar los estudios para la construcción del segundo gasoducto. El primer proyecto ya ha sido elaborado por el Inega y prevé la construcción de una nueva tubería, paralela a la actual (que seguiría en servicio) y de mayor diámetro, que permitiría multiplicar por seis la capacidad de transporte de gas, para cubrir el aumento del consumo a partir del 2005. Instalar el nuevo tubo costaría 99,75 millones de euros (16.600 millones de pesetas), es decir, diez veces menos de lo que Enagás y Gas Natural han tenido que invertir hasta ahora entre expropiaciones, transporte y distribución de gas natural en Galicia. A pesar de ser de mayor capacidad, el nuevo gasoducto es más barato, al aprovechar el trazado del actual y una buena parte de las fincas ya expropiadas. Los 266 kilómetros de recorrido serían idénticos a los del gasoducto construido en 1997, a excepción del tramo Vigo-Tui, para el que se aprovecharía el trazado del final de la autopista de peaje que está en fase de construcción. El único problema, según fuentes de la Consellería de Industria, es que se calcula un mínimo de tres años para instalar la nueva tubería, «por lo que o se empiezan las obras ahora o tendremos problemas de capacidad del gasoducto actual durante uno o dos años». El Ministerio de Economía no ha planificado ni siquiera la construcción de estaciones de compresión en el gasoducto actual. Si estas obras se hubiesen incluido en el plan de infraestructuras de gas del Gobierno, aún podrían elevar su caudal de transporte desde 9.000 a 17.000 millones de termias por año.