El Estado, a través de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), prohibió ayer la oferta pública de adquisición (opa) de acciones de Gas Natural sobre Iberdrola. La decisión de la CNE aborta una operación de 15.335 millones de euros (2,55 billones de pesetas) que originaría el segundo mayor grupo energético español. Es la tercera vez que el Estado bloquea un proceso de fusión entre compañías energéticas españolas. Primero fue el Gobierno quien directamente prohibió la opa de Fenosa sobre Hidrocantábrico. Después impuso condiciones que desbarataron la fusión entre Endesa e Iberdrola y ahora impide también una fusión entre el mayor grupo gasístico y la segunda mayor eléctrica españoles. La decisión de la CNE se adoptó tras dos días de intensas deliberaciones y con la división interna de su consejo. La CNE estima que el endeudamiento con el que nacería la nueva empresa (18.000 millones de euros) pondría en riesgo inversiones necesarias para garantizar el abastecimiento energético español. El Tribunal de Defensa de la Competencia, que también está estudiando la operación, ha encontrado un excesivo riesgo de concentración en el abastecimiento de gas en España, ya que la nueva Gas Natural-Iberdrola controlaría el 80% de los contratos de suministro de gas, además del 40,9% de las acciones de la red de gasoductos que gestiona Enagas. Una opa política y hostil Los nacionalistas catalanes de CiU han considerado que el bloqueo de la opa es «intencionadamente político». La opa de Gas Natural estaba básicamente apoyada por La Caixa de Barcelona, con el respaldo de Caixa Catalunya. En contra de ella se posicionó el consejo de Iberdrola, encabezado por el BBVA, la Kutxa y Repsol, que calificaron la oferta de hostil. Gas Natural tiene un mes para presentar recurso ante el Ministerio de Economía.