Rato contactará con los sindicatos para «mejorar» lo que les comunicó en su carta del pasado jueves Los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, advirtieron ayer al presidente del Gobierno, José María Aznar, que «habrá protestas en la calle hasta que retire la reforma laboral». El documento entró en vigor por decreto el 27 de mayo, aunque en la actualidad está siendo tramitado en el Parlamento como proyecto de Ley. Para los dos sindicalistas, «el Gobierno sabe que ha arruinado el diálogo social y que esta situación lo va a traer de cabeza hasta que se resuelva».
05 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Fidalgo y Méndez evaluaron conjuntamente las cartas remitidas el jueves por Aznar y por el vicepresidente Rato. En sus misivas, el jefe del Ejecutivo eludía recibirles y encargaba a Rato que les atendiera, mientras que éste se limitaba a anunciarles que los ministros de Hacienda, Trabajo y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, Juan Carlos Aparicio y Jesús Posada, los convocarían en breve para tratar diversos temas. Los líderes sindicales aseguraron que las cartas abren una nueva etapa y calificaron la actitud del presidente como «mala». En su análisis, los líderes sindicales lamentaron que «el Gobierno cae en un profundo error al no abordar con los interlocutores sociales medidas para conseguir mayor coherencia económico-laboral, empleo estable y un mayor desarrollo». No obstante, afirmaron que la negativa de Aznar no les había producido «resentimiento», aunque lo instaron «a tener cuidado, porque en las próximas elecciones autonómicas y locales, previstas para la primavera de 2003, puede llevarse sorpresas». En su análisis, Fidalgo y Méndez no ahorraron críticas y descalificaciones hacia el jefe del Gobierno. «Aznar ha hecho aflorar su vena dictatorial al negarse a reunirse con nosotros y, en este sentido, uno no tiene más remedio que acordarse de aquél que han apeado del burro en Ferrol el jueves», dijo el secretario general de UGT. «Nosotros queríamos comunicarle -continuó Fidalgo- que una huelga general es un hecho grave, porque millones de trabajadores pararon y esto no es un quejido sino una reivindicación unívoca de retirada de las medidas del decretazo». Para los dos sindicalistas, «el Gobierno sabe que ha arruinado el diálogo social y que esta situación lo va a traer de cabeza hasta que se resuelva, porque no hay que olvidar que tenemos el país de la Unión Europea con más paro, menos protección social, más accidentes laborales y menos productividad». «Es un error profundo del Gobierno no abordar con los interlocutores sociales medidas para conseguir un empleo estable, mayor coherencia económicosocial y mejor desarrollo», lamentó Fidalgo. Por otro lado, el PP informó que el próximo 24 de julio el secretario general Javier Arenas, recibirá a Fidalgo y a Méndez. Hasta entonces los sindicalistas se entrevistarán con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y con los máximos responsables del PSOE e IU, José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares. El vicepresidente económico Rodrigo Rato aseguró desde Marbella que está dispuesto a reunirse con los sindicatos para «mejorar» lo que les adelantó por escrito y explicó que participará en todos los encuentros en los que su presencia sea conveniente. Para el ministro portavoz, Pío Cabanillas, «pedir una reunión con el presidente del Gobierno exigiendo de antemano la retirada de la reforma será un derecho, pero no una expresión de diálogo».