El observatorio de Zarragrande duerme el sueño de los justos

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

VILA DE CRUCES

José Ramón Moire

Nada se sabe del proyecto presentado hace casi año y medio para su reapertura, mientras prosigue su constante deterioro

22 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La pasión de José María López por el saber, con la astronomía como principal destinataria de sus anhelos, se materializó con la construcción de un observatorio en Couto de Zarragrande, en Vila de Cruces. Fundado en 1993, ese complejo languidece de forma imparable desde el falleció ese cruceño singular que incluso publicó algún libro con sus experiencias y observaciones, además de desarrollar en su los últimos años de su longeva vida distintos programas de divulgación con esas instalaciones como faro.

Un faro para mirar las estrellas -solo hay otros dos en las comarcas, estos sí operativos, en Lalín y Forcarei- que se quedó sin la luz de José María, sin un impulso particular o institucional detrás. Casi nadie se acuerda ya de la agrupación astronómica local, los cursos o la revista promovidas por este hombre inquieto y sabio. La verja se cerró con su muerte a los 98 años en diciembre del 2014. Más de un lustro después el deterioro del observatorio y su entorno invitan al desánimo ante la pérdida de ese patrimonio, de esa referencia para la divulgación científica, que además podría servir como polo de atracción de visitantes a Vila de Cruces para algo más que hacer botellón o practicar el vandalismo.

En junio del 2019 se abría un rayo de esperanza para revertir esa situación de abandono. Desde el instituto Marco do Camballón se promovió una reunión a varias bandas al considerar que el observatorio podía ser una oportunidad en el ámbito educativo para el alumnado tanto de Vila de Cruces como de otros puntos de Galicia. Hubo inspección de las instalaciones por responsables de la Consellería de Educación, del IES y el actual propietario, hijo de su promotor. Bautizado como un encuentro preliminar para evaluar las obras a acometer y evaluar vías de colaboración, casi año y medio después nada más se sabe. Quedó durmiendo el sueño de los justos o al menos eso parece si contemplamos el estado en que se encuentra el observatorio.