Una suplencia con aroma a titular

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

VILA DE CRUCES

Otero y su grupo cuestionaba la fórmula para elegir primer suplente.
Otero y su grupo cuestionaba la fórmula para elegir primer suplente.

Detrás de la controversia por ser primer relevo de Crespo como diputado provincial se atisba la posible marcha del político lalinense a Madrid

11 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El PP de Deza escenificó este jueves ciertas grietas en su habitual imagen de unidad mostrada. Al margen de discrepancias internas más o menos significativas los populares dezanos ofrecían la idea de tocar todos la misma partitura. Pero en esa representación tan teatral que es la política uno de los actores se saltó el guion. Hubo protagonistas ajenos al texto en otras zonas de la provincia pontevedresa. Alcaldes que como el de Vila de Cruces optaron por no acudir a votar la designación de diputado provincial. Pero en el resto de casos se trataba de discrepancias en torno al «titular» de ese goloso cargo, a pesar de que tocará ejercer la oposición. En el caso dezano la «lucha» surgió por la primera suplencia.

¿Tan importante resulta esa figura? Si hablamos del fútbol galáctico seguro que muchos estaríamos dispuestos a ser como Keylor Navas, estuviese Iker Casillas o David de Gea por delante. Alguna vez toca jugar, una Copa del Rey que echarse al cuerpo, además de unos jugosos emolumentos. Pero figurar como primer suplente de un diputado provincial carece de remuneración. Mero título honorífico. O quizás no tanto en esta ocasión.

Desde los resultados del 24M, en la vorágine de movimientos tras el cataclismo por la pérdida de alcaldías históricas incluida la de Lalín, la rumorología campó a sus anchas sobre el futuro de José Crespo en política. Había quien ni siquiera le veía de portavoz municipal del PP, alentados por las propias palabras de Crespo, todavía asumiendo el varapalo y una situación novedosa para un político que siempre gobernó y nunca ejerció de oposición. Incluso se dijo que su destino podría estar más a corto plazo que a largo en Madrid, en el Congreso o el Senado.

Con esa opción sí se entiende ese especial interés por ostentar la controvertida primera suplencia. El giro político de Crespo auparía a quien ostentase ese cargo a la Diputación. Y parece gustar el puesto aunque no se esté gobernando. Al menos a Ramiro Varela, el alcalde de Agolada, que esta vez decidió mover hilos y arroparse para optar al puesto saltándose la tradición. También a Otero aunque sin maniobras previas y apelando a esa misma tradición con la cifra de sus concejales.

El alcalde cruceño quedó eclipsado: Uno contra cinco. De concellos y ediles populares hablamos, claro. Y escenificó con luz y taquígrafos su desagrado. Por primera vez uno de los actores más reivindicativos con el guion decidía saltárselo. Logró visualizar esas tensiones internas nunca explicitadas, pero también que ejerce como verso libre en el PP de Deza. Una falta de sintonía a priori sin preocupantes consecuencias. El problema será si genera ojeriza en otros órganos del partido -con Louzán tampoco hay especial feeling que se matiza en el caso de Rueda- y afecta a gestiones como gobierno de Vila de Cruces.

análisis El PP de Deza rompe su homogeneidad