José Benito Taboada, que acaba de soplar las 101 velas, viajaba en su coche hasta Silleda; le gusta el baile y jugar a las cartas
24 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hasta hace unos meses y ya centenario a Antonio José Benito Taboada Ramos, conocido por todos en su parroquia de Parada por José Benito, se le podía ver al volante de su coche. Conducía por las pistas del rural hasta Silleda para hacer alguna gestión. Un hombre a quien le gusta la fiesta, el baile y que aún disfruta con alguna que otra partida de cartas con su nieta. Cuentan sus familiares que hace unos días se lamentaba de no haberse acercado a la celebración del San Antonio.
Con buena salud, salvo algún pequeño achaque por la edad, acaba de sumar un nuevo dígito tras soplar 101 velas. Su familia festejó con él la efemérides y recibió además la visita de la regidora, Paula Fernández, y de la concejala de Benestar Social, Ánxela Troitiño. Un hombre que no se perdía ninguna fiesta en la zona o que acudía con asiduidad a los encuentros de la tercera edad.
José Benito suele dar pequeños paseos sin ayuda de nadie, aunque —apuntaba ayer— «as pernas dan un pouco de traballo». Sus familiares resaltan su fantástica memoria, «moito mellor ca miña», incidía su nieta Cristina. La visita institucional alegró a este centenario silledense, que daba un prolongado abrazo a la alcaldesa. Ambos compartieron tardes de fiesta y baile en el centro social, donde este vecino de Parada era de los fijos.
Durante la celebración demostró que, además de estar bien de salud y de memoria, goza de un gran sentido del humor. «O que levo peor é que a miña filla Marité non me leve aos bailes», se lamentaba. Pero ya encontró acompañante porque Paula Fernández se comprometió a acudir ella personalmente a recogerlo a su casa para llevarlo a bailar en la primera sesión de la temporada que se organice en el centro social.
José Benito Taboada tuvo además tiempo durante ese entrañable encuentro para rememorar su pasado. «O moito que traballei na vida, non había ninguén que traballara máis ca min», sentenciaba ceremonioso. Durante ese relato sorprendió a familiares y autoridades al contar con todo lujo de detalles cómo cargó la piedra, junto a su hermano, para construir la casa de los abuelos de la concejala Ánxela Troitiño, cuya familia natal es de la parroquia de Laro.
Este centenario de Parada contó co ayuda para soplar las velas de sus 101 años. En concreto de una de sus bisnietas, Lara, de cinco años, que estuvo durante toda esa visita al lado de él. «Gústanos moito estar xuntos, pero non temos ningún dos dous moita paciencia», remarcaba José Benito entre las risas de todos los presentes.