La mejor cobertura médica y la propia evolución del ser humano propicia que cada vez más personas alcancen los tres dígitos de edad. Una barrera que en tierras dezanas superan ya muchos vecinos. Este domingo Silleda perdía a uno de sus centenarios, quien además ejerció como panadero en lugar de Freixeiro, en la parroquia de Laro. Durante muchas décadas estuvo al frente del negocio junto a su mujer, tomando después el relevo generacional sus hijos, Antonio y José, incluso incrementando el área de actuación ya que su pan recala en establecimientos hosteleros y locales por ejemplo de Lalín.
Panadería Lage abría sus puertas, según algunas fuentes, en 1965. Desde entonces ofrece sus servicios y está considerada como la más antigua de la parroquia silledense de Laro. El día 5 fallecía el patriarca de una estirpe de panaderos, en cuyo horno también se cuecen ricas empanadas o elaboran pasteles artesanos, con reparto a domicilio. José Lage era enterrado ayer en el cementerio parroquial, tras el funeral en la iglesia del Divino Salvador. Tiene das nietas, Ana y Noelia, también vinculadas al negocio y un bisnieto, Álex.