Recuerda las cañas de los fuegos de toda la vida y que hace tiempo que fueron sustituidas por varillas. «Agora —dice— si se lles pode chamar bombas de palenque porque son de pau non coma antes que eran de cana». Este tipo de fuegos de «ruido» continúan siendo el alma de muchos de los festejos parroquiales que se celebran en la zona y de los que se encarga esta veterana pirotecnia silledense fundada en 1890 por el bisabuelo de Manuel.
La temporada arrancó a finales de marzo y va cobrando fuerza a medida que avanza
Las fiestas en la zona arrancaron, apuntan, a finales de marzo. En estas fechas, señala Manuel Villanueva, en torno al 25 empezaron a despegar. Antes de eso, cuenta, el Entroido pasó en la zona sin pena ni gloria porque en muchos sitios no se llegaron a celebrar. En torno al 25 de marzo, apunta, «houbo xa moitas festas na honra da Virxe María». Luego le siguieron las celebraciones de Pascua, las de San Marcos y San Jorge y ahora en junio tocarán las de San Antonio, que abundan en la zona, al igual que las de San Juan. Estas marcan la carrera del verano cuyos meses fuertes son julio, agosto y gran parte de septiembre.