La Xunta compromete una aportación de 250.000 euros para el consistorio de Silleda

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Cedida

La ayuda se repartirá en dos anualidades y después de estar ya prevista en el 2021

31 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis empresas optan a ejecutar las obras de reforma de la actual Casa da Cultura de Silleda en consistorio, en una primera fase licitada en 1,8 millones de euros para las que el Concello busca distintas vías de financiación. Incluso incluyó una partida en sus presupuestos del 2022 por si tenía que tramitar un crédito para costear los trabajos. No hay fecha para su inicio pero ya se comenzó con la tarea de vaciado de la biblioteca municipal por una firma especializada, con el traslado de los libros a la Casa da Xuventude.

En espera de que arranquen las obras quedaban algunas cuestiones por desvelar. Entre ellas la posible financiación de esa futura casa consistorial silledense por parte de la Xunta, tras las conversaciones de hace unas semanas del regidor, Manuel Cuíña, con el vicepresidente primero del Ejecutivo gallego, Alfonso Rueda. Desde este departamento desvelan a cuánto alcanza su compromiso para colaborar con este proyecto. En concreto cifran la aportación al Concello para la construcción del nuevo edificio municipal en 250.000 euros.

El convenio a establecer entre ambas Administraciones tendría carácter bianual, es decir, esa cantidad se distribuiría entre el 2022 y el 2023. Desde Vicepresidencia Primeira remarcan que ya el pasado año había intención de colaborar con el Concello en este proyecto, significando que ese compromiso no se pudo materializar ya que finalmente se retrasó por parte del gobierno local la ejecución de las obras.

Además de la previsible financiación autonómica, el Concello ya tiene amarrados más de 700.000 euros para esa reforma de la actual Casa da Cultura, en concreto a través del plan ReacPon de la Diputación de Pontevedra. También está buscando otras vías para conseguir subvenciones a través de programas europeos. Todo ello para abaratar la factura que le supondrá a las arcas municipales la ejecución de las obras.