Los trabajos permitirán llevar el sistema hasta la futura casa consistorial
09 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La segunda fase de la red de calor con biomasa en Silleda, proyecto pionero y que logró ya distintos reconocimientos, acaba de comenzar con la apertura de zanjas en la calle Morón para su canalización. Los trabajos permitirán tender tuberías desde la planta de producción hasta la calle Progreso, a la altura de la actual Casa da Cultura que el actual gobierno local quiere transformar en consistorio. La empresa Veolia Servicios Norte SAU ejecuta las obras con un coste de 151.116 euros, que deberá tener finalizadas en un plazo de dos meses.
Si en la primera fase se recibió financiación del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), que costeó el 80 % de la inversión total de 816.587 euros, con financiación municipal para el resto a través del Plan Concellos de la Diputación, en esta ocasión Silleda contó con una subvención del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (Idae). De esta forma se ampliará el abastecimiento de agua caliente y calefacción iniciado a finales del 2018 para varias dependencias municipales como las piscinas, el pabellón César G. Fares o el campo de fútbol de Outeiriño. También da servicio a la escuela infantil Galiña Azul de la Xunta, la residencia de ancianos y el hotel Vía Argentum.
Las obras recién iniciadas se enmarcan en la línea de proyectos singulares a entidades locales que buscan favorecer el paso a una economía baja en producción de carbono. Una segunda fase de la que podrían beneficiarse también comunidades de propietarios particulares, para el suministro a edificios, como en su momento se planteó desde el Concello. El regidor, Manuel Cuíña, destacaba ayer que la red de calor con biomasa «demostrou non só ser unha instalación rendible senón que se converteu nun referente a nivel do Estado».
Planta de transformación
El nuevo proyecto supone tender otros ochocientos más de tuberías, además de instalarse en la actual Casa da Cultura una subestación de 127,5 kilovatios de potencia máxima para darle servicio. La reducción de emisiones de dióxido de carbono se estima en unas 7,68 toneladas.
La red de calor, que se estrenó en octubre del 2018 incluyendo la construcción de una planta de producción, así como las subestaciones y una red de tuberías de más de un kilómetro de longitud, consiguió ya galardones como el otorgado por la Asociación de Enxeñeiros Industriais de Galicia, como mejor proyecto de energías renovables. En total supuso una inversión por encima del millón de euros, ya que junto a las propias instalaciones de esa primera fase el Concello también adquirió, a la Fundación Semana Verde, la parcela donde va la planta con un coste de 138.336 euros, financiados a través de planes de la Diputación de Pontevedra.
Manuel Cuíña destacó que las obras recién iniciadas suponen un paso más para ampliar una instalación que supondrá ahorro económico para las arcas municipales pero también una mayor reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera.