Despedida al guardián de Carboeiro

j. b. LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

MARCOS MÍGUEZ

08 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Quen lle dera a outros concellos poder ter un sitio como Carboeiro». Con esa rotundidad expresaba Manuel Penela Meijome su pasión por el monasterio románico silledense y su privilegiado entorno natural. Durante veintidós años -entre 1989 y 2011- ejerció como guarda de este monumento, viviendo su proceso de restauración. Llegó cuando todo estaba devorado por las silvas, para asistir por ejemplo la inauguración de las obras del templo en 1997. Una persona muy querida en Silleda que fallecía ayer a los 79 años.

Manuel Penela se jubilaba en el 2011 y recibía el homenaje de gobierno y oposición, con portavoces y ediles, y quien fue su alcalde histórico, el también fallecido Juan Salgueiro. Todos le agradecían entonces sus más de dos décadas como vigilante municipal del cenobio. La entonces alcaldesa, Paula Fernández, entregaba a un sorprendido Manuel Penela un pin del Concello y una réplica cerámica del rosetón de Carboeiro, en nombre de vecinos y corporación como «custodio da gran xoia patrimonial».

Durante esos veintidós años abriendo y cerrando las puertas del monasterio vivió mil experiencias, incluso dejar tres veces encerrado a alguien en su interior. O ver la evolución en el perfil del visitante y sus esfuerzos para evitar daños o robos acudiendo por la noche para evitar que la gente durmiera en la cripta. Hasta actuó como extra en una de las películas rodadas en Carboeiro, a pesar de mostrarse reacio a ese tipo de grabaciones porque «o que lle dá valor ao mosteiro xa o coñece».

En su Martixe natal será hoy el funeral y entierro a las 17.00 horas. Hasta entonces se le vela en el tanatorio de Silleda. Deja viuda, Luisa Campos, y un hijo sacerdote, José Manuel. Con él desaparece uno de los firmes defensores de Carboeiro.