Dos alumnos con excelencia en el María Inmaculada de Silleda

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Cedida

María Lorenzo Crespo obtuvo un diez de media en todo el BAC y su compañero Raúl Barrial López, un 9,87

12 jun 2020 . Actualizado a las 22:21 h.

En el curso de segundo de BAC del colegio María Inmaculada solo hubo seis alumnos y dos consiguieron la excelencia. En el centro están encantados con la trayectoria de estos estudiantes extraordinarios en una generación de chicos y chicas con buenos expedientes. María Lorenzo Crespo consiguió una media de 10 en todo bachillerato, obtuvo un 10 en todas las materias de primero y de segundo, lo que la convierte, según apunta el director del Inmaculada, en la estudiante con mayor puntuación de la zona y su compañero Raúl Barrial López obtuvo una media de 9,87, teniendo todo 10 en primero y segundo salvo dos materias.

A los dos les une el amor por la ciencia y por la música. Ambos tocan el oboe en la Banda de Silleda y los dos llevan en la escuela de música de Silleda desde los tres años.

La vocación de María es la Criminología. Es la carrera que quiere estudiar y le gustaría en el futuro «trabajar fuera de España, a poder ser» aunque tampoco le importaría quedarse aquí. De Criminología le gusta tanto la parte de investigación y de laboratorio por la que no le importaría nada quedarse en Galicia dada la existencia de un centro puntero en el campo de la investigación forense en Santiago, por ejemplo, como la parte de campo. Y ahí, si que fuera de España esta disciplina tiene más salidas, ya que aquí la investigación se ciñe a las fuerzas y cuerpos de seguridad. Afirma que «no sabría escoger entre ambas cosas».

Raúl cuenta que primero quería ser veterinario pero luego le pareció más interesante cuidar de las personas y quiere hacer Medicina. Le encantaría dedicarse a la psiquiatría y, ya puestos a pedir, le gustaría verse en unos años trabajando en un hospital psiquiátrico puntero. Los dos echaron de menos durante el confinamiento a los amigos, a los compañeros y a su segunda familia que es la Banda de Silleda. María forma parte también del grupo de música tradicional del colegio y toca la pandereta.

Ambos coinciden en que al principio, y tras el cierre del centro, aquello parecía un descanso pero luego ya tocó enseguida organizarse e hincar los codos.

María Lorenzo considera que la clave del éxito en los estudios es constancia «tener todo al día y organización, sobre todo». Fue siempre de buenas notas y su consejo para los que quieran tener un buen expediente es «hacer mucho caso a los profesores, que son los que evalúan y tienen más experiencia que yo». Raúl Barrial reconoce que «yo no soy muy constante pero sí que llevo las cosas con cierta disciplina».

Durante el confinamiento siguieron el ritmo más o menos de los días de clase normal y Raúl aprovechó para hacer videollamadas con amigos de Turquía, Polonia, Alemania o Luxemburgo y retomar contacto. Para María, que vive en Saídres, uno de sus problemas fue lidiar con las conexiones a Internet «porque a veces me quedaba colgada». Con la Banda de Silleda también hacían vídeos y actuaciones pero ambos están deseando ver las caras del resto y volver a ensayar, algo que van a hacer pronto. Aunque este verano cuentan quedarse sin la mayoría de las actuaciones en fiestas que eran habituales otros años con la Banda.

Raúl destaca la labor del colegio y explica que «somos seis y estamos encantados con el equipo docente». También lo están los profesores con un curso de alumnos muy trabajadores.