El gas radón se sitúa como segunda causa de muerte después del tabaco

amelia ferreiroa LALÍN /LA VOZ

SILLEDA

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El Concello de Silleda encargó un estudio y mediciones en edificios públicos

12 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No desprende olor, color ni sabor. El gas radón es el enemigo invisible que habita en muchos hogares y ocupa el segundo puesto en el ránking de fallecimientos por cáncer de pulmón después del tabaco. El origen del radón es natural, proviene de la desintegración radiactiva natural del uranio y los subsuelos graníticos concentran los mayores porcentajes de este gas.

Galicia en general, y muchos concellos de la zona en particular, han sido reconocidos como zona de riesgo en concentraciones de este tipo de gas por lo que alguna administración local apostó por encargar mediciones al objeto de conocer los índices de gas en instalaciones públicas. Es el caso del Concello de Silleda que tiene en marcha un estudio y medición de gas radón en edificios municipales, que está llevando a cabo la empresa 222 Radón, y cuyos resultados se conocerán en unos tres meses.

La instalación consistió, según apunta el gerente de la empresa Luis Rodríguez, en la colocación de 48 detectores «que recogerán datos a lo largo de 90 días pero no los discriminan por jornada por lo que habrá que analizar donde se dan los valores superiores, si los hay, y una vez detectados los habitáculos con mayores concentraciones será preciso analizar caso por caso para determinar las distintas posibilidades al objeto de bajarlas».

Detectores que están actualmente recopilando datos en el consistorio silledense, Centros Sociais dos Maiores de Silleda e A Bandeira, colegios de ambas localidades y en el auditorio Manuel Dopazo; y que aportarán los parámetros reales de radón en dichas instalaciones. Rodríguez reconoce que hay zonas que presentan mayores concentraciones de radón en Galicia, estando Silleda en un parámetro medio; «no es de los concellos muy malo pero tampoco de los muy buenos», ya que nuestra comunidad autónoma es un 95 % granítica.

Luis Rodríguez recomienda realizar mediciones tanto en viviendas unifamiliares como en edificios públicos «al poder encontrar gas radón en cualquier sitio». Estudios y mediciones que están al alcance de cualquier bolsillo, sentencia Rodríguez, que compara la factura de trabajo «con lo que pueden costar dos cartones de tabaco».

Un gas que se mide en bequerelios, considerándose como límite aceptable la existencia de 300 bequerelios por metro cúbico de aire; «antes en España se establecía como límite 600 bequerelios pero ahora estamos en 300, y para bajar las concentraciones nada mejor que ventilar los habitáculos». Una de las recomendaciones de este profesional pasa por realizar diariamente una ventilación en el hogar. «Entiendo que estamos en invierno, que el precio de la calefacción no anima a abrir ventanas pero comprobamos que los niveles de concentraciones de gas radón bajan sensiblemente con ventilación, por eso recomendaría ventilaciones en las habitaciones por la mañana y antes de acostarse todos los días».