La federación gallega demanda a la Xunta que deniegue permiso para la gasolinera de bajo coste de Silleda

j. b. LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Miguel Souto

Fegaes defiende que las estaciones de servicio con atención directa son las únicas que pueden garantizar el servicio prestado

05 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Al rechazo mostrado por algunos vecinos del barrio do Campo en Silleda, donde la firma Plenoil quiere construir una gasolinera de bajo coste cuyo proyecto presentó la pasada semana en el consistorio para obtener los oportunos permisos, se acaba de sumar el de la Federación Galega de Estacións de Servizo (Fegaes). También el BNG silledense había mostrado sus reticencias a esta iniciativa empresarial. En el caso de la patronal gallega, mostraron su rechazo recalcando que este tipo de instalaciones carecen de personal de atención al público. El presidente de Fegaes, Benigno Redondo, incidió en que únicamente aquellas gasolineras con personal están en disposición de «ofrecer sus servicios con total garantía y cumpliendo estrictamente con la legislación vigente en cuanto a seguridad y accesibilidad».

Desde Fegaes demandaron ayer que la Xunta descarte otorgar autorización para instalar esa gasolinera desatendida en Silleda. Para Redondo, «la presencia de personal en una gasolinera constituye la mejor medida de protección para los usuarios, y también, para el medio ambiente a la hora de ofrecer el servicio de repostaje». Hizo un llamamiento a la Consellería de Economía e Industria para que cumpla su obligación de legislar «adecuadamente al respecto». En concreto para que «se garantice el suministro en condiciones de total seguridad para los consumidores, usuarios y para el entorno en que se ubican». Resaltaban que en la actualidad las estaciones de servicio desatendidas se encuentran «en un limbo legal».

Otra cuestión sobre la que incidían desde la Federación Galega de Estacións de Servizo radica en la propia accesibilidad, significando que solo las que tienen personal cuentan «con las medidas de accesibilidad pertinentes para que las personas con movilidad reducida puedan utilizar con autonomía el dispensador o el dispositivo de pago». Benigno Redondo también insistió en que la habilitación de estaciones de esas características «supone una seria amenaza para el empleo».