Los centenarios se multiplicarán casi por tres en la zona en solo quince años

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

cedida

Alcanzarán los 118 en el 2033, según las proyecciones de población del IGE

26 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales del pasado noviembre fallecía Concepción Pichel Sampayo en su casa de Vilar, en Silleda, a los 110 años. Ostentaba el reconocimiento como abuela de Galicia, que traspasaba a tora silledense, Ramona Costoyas, nacida el 10 de agosto de 1909. En pocos años las personas con cien o más años crecen en número en Deza y Tabeirós-Terra de Montes. En la actualidad, según los datos oficiales, son 48, pero suelen ir con retraso ya que se computan a 1 de enero de cada año y las variaciones, en esta última franja de la vida, son permanentes. Mueren muchos, como es lógico, pero cada vez se incorporan más a la nómina de los más longevos en las comarcas.

El número no va a dejar de crecer. Estos días se publicaba por parte del Instituto Galego de Estatística (IGE) una proyección de población a corto plazo, entre el 2018 y el 2033. En ese estudio se analizan distintos parámetros demográficos, entre ellos los grupos quinquenales de edad y las previsiones para los próximos tres lustros. Se acompaña de un amplio análisis en el que se explica la metodología y las variables que se tienen en cuenta en estos cálculos.

«A demografía permite establecer hipóteses sobre como sera a evolución da poboación no futuro a partir de variables que, en xeral, presentan un comportamento predecible e das que se ten información cada vez máis abundante e precisa», indica el documento del IGE. De ahí que, aunque resulte arriesgado decir cuántos vecinos va a haber en diez o quince años, no es imposible, con las técnicas y datos que manejan los expertos de esta disciplina, acercarse a un escenario muy probable, que además ya se ha ido comprobando con el tiempo en estudios anteriores.

Y los centenarios no es que se van a doblar, casi se triplicarán en tan solo quince años. Para el 2033 se espera alcanzar en Deza y Tabeirós-Terra de Montes un número de 118, cuando en el 2017 tan solo figuran con esa edad 48. De momento, solo se indica de 100 años o más. Llegará un momento en que haya que empezar a estructurar en 100 a 105, 105 a 109, y así sucesivamente, como se hace en los demás tramos, y además la experiencia diaria ya demuestra que empieza a ser muy común alcanzar los 105 años de edad.

Los datos de la proyección del IGE cifran ya, por ejemplo, las personas con 100 o más años en el 2025 en 68, una veintena más que en la actualidad. Será precisamente en los últimos años cuando se incremente exponencialmente el crecimiento de ese tramo de edad. En solo ocho años se pasará de 68 a 118. Según el IGE, de ellas 59 residirán en Deza mientras que 60 lo harán en Tabeirós-Terra de Montes y habrá protagonismo femenino, 88, frente a tan solo 30 hombres centenarios.

Caída progresiva de niños, con tendencia al envejecimiento poblacional

Cada vez habrá más centenarios en las comarcas, pero la otra cara de la moneda la encontramos en el tramo de edad más temprana contemplada en la proyección del IGE. De 0 a 4 años se irá produciendo un constante descenso de niños. Si el 2018 están computados 2.021 pequeños de esa edad, con 1.307 en Deza y 779 en Tabeirós-Terra de Montes, el número habrá caída a tan solo 1.559 en el 2033. Supone una merma prácticamente de una cuarta parte, constatándose así una tendencia constante y progresiva desde hace ya tiempo del envejecimiento de la población residente en la zona.

El descenso de niños de hasta cuatro años será progresivo pero imparable. Ya el próximo año se perderá la barrera simbólica de los 2.000, con tan solo 1.982 que bajarán a 1.929 en el 2020 o a 1.887 en el 2021. Si tomamos otro año a caballo entre los dos incluidos en la proyección, el 2025, tan solo serán 1.715 los menores de cuatro años, para llegar a esos 1.559 en el 2033. La búsqueda de soluciones a esa tendencia sin duda debería figurar entre los objetivos de los concellos, con incentivos a la natalidad, fórmulas para mejorar la conciliación familiar y apoyo a los jóvenes para evitar su marcha a otros lugares.