Testan con éxito en el parque de Bomberos las innovaciones tecnológicas del FireRS para la detección de incendios

Rocío Perez Ramos
R. Ramos LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Cedida

17 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El parque de Bomberos intercomarcal ubicado en Silleda y zonas aledañas fueron ayer escenario del primero de los simulacros destinado a testar sobre el terreno las innovaciones tecnológicas diseñadas por la Universidad de Vigo y que forman parte del proyecto FireRS. Se trata de un proyecto europeo, innovador y pionero en el que también participa la Universidad de Oporto y el Centro de Investigaciones Científicas de Toulouse, en Francia.

La Universidad de Vigo y el consorcio de Bomberos de Deza-Tabeirós-Terra de Montes firmaron un convenio de colaboración en marzo y en el marco del cual se desarrolló la prueba de ayer. En ella participaron además de los bomberos, efectivos de Emerxencias de Lalín, el puesto avanzado de la Axega y personal del Distrito Forestal XVI.

La principal finalidad del proyecto es disminuir las consecuencias de los incendios forestales desarrollando una herramienta tecnológica que pueda ser usada por los servicios de emergencia.

Esas herramientas incluyen el uso de sensores de infrarrojos en tierra que detectan cualquier conato de incendio, un satélite que se va a lanzar en diciembre (y que ayer se simuló en la actuación), drones autónomos y un software de modelización para detectar a tiempo los incendios forestales y dar los datos en tiempo real.

El gerente del parque, Juan José Muñoz, explicaba ayer que el funcionamiento del sistema. «Los sensores detectan el conato, esos datos los geoposicionan, los lanzan al satélite, que los da a la estación de control donde se filtran para evitar posibles falsas alarmas». Una vez los datos se vean salen los drones, de ala fija y dotados con cámaras térmicas que vuelan hasta el lugar, toman imágenes y comprueban la situación. Lo que recogen pasa al software y ofrecen una primera estimación de los incendios. El objetivo del procedimiento es conseguir que los medios sean lo más eficaces y eficientes posibles en la lucha contra los incendios. El mando de Axega ejerció ayer de puesto de control. Se simuló un incendio periurbano que afectaba a masa forestal y a suelo urbano. Se montaron los sensores en la torre de entrenamiento del parque de Bomberos y se envió después de los primeros datos un dron para confirmar el incendio. El funcionamiento de los equipos, que se probaron por primera vez sobre el terreno fueron totalmente satisfactorios.

Ahora, los responsables del proyecto de la Universidad de Vigo los analizarán en profundidad. Pero el restado fue un éxito. Después de este está previsto que se lleven a cabo otros simulacros. El proyecto es de tres años y finaliza en diciembre de 2019.