La Xunta evaluará apoyar la planta de procesado de biomasa de Silleda

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Conde ensalzó la gestión municipal en la inauguración de la red de calor

27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro edificios e instalaciones públicas de Silleda y el hotel Vía Argentum cuentan ya con suministro de agua caliente y calefacción a través de la red de calor con biomasa promovida por el Concello. El conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, junto al regidor, Manuel Cuíña, inauguraron ayer un servicio pionero en Galicia con promoción público-privada, el tercero de estas características dentro del programa District Heating. El alcalde aprovechó el acto para recabar apoyo institucional tanto para afrontar una segunda fase de la red como para cerrar el ciclo con la puesta en marcha de una planta para el secado y astillado de madera que permita abastecer las instalaciones y convertirlas en autosuficientes.

El conselleiro recogió el guante para destacar que Silleda es un «concello emprendedor» y que su implicación desde el primer momento con el proyecto de la red de calor permitió su desarrollo, en trámites como la tramitación administrativa, consecución del suelo y la fiscalidad, simplificando todo ese proceso. Respecto a la segunda fase o la planta de biomasa que se quiere sacar adelante, Francisco Conde aludió a que se evaluará la propuesta para ver cómo se puede apoyar al Concello, tanto a través del Instituto Enerxético de Galicia (Inega) como de la Axencia Galega de Industrias Forestais. Insistió en que se trata de un «proxecto exemplarizante» para introducir la biomasa como fuente de energía, con el ahorro de importantes costes económicos para los concellos y los propios ciudadanos.

En el caso de la red de calor, en esta primera fase la previsión de ahorro se estima por el gobierno local en 81.000 euros al año -93.000 cuando se remate la segunda, que llevará el servicio hasta el actual consistorio y la Casa da Cultura- mientras la Xunta habla de 74.000 euros. Al margen de ese baile de cifras ayer se pudo constatar una buena sintonía entre Cuíña y Conde, con mucho diálogo institucional y la apertura de vías para abordar futuras colaboraciones desde el Gobierno gallego. Además de la reducción en la factura energética, la planta con una potencia de un megavatio posibilitará que se dejen de expulsar 342 toneladas de dióxido de carbono al año, que se elevarán hasta 380 cuando se active la segunda fase de esta red.

La inversión global rondó el millón de euros, con 816.587 euros de coste de la propia red de calor y la central de producción, costeados al 80 % por Inega y el 20 % por la Administración local a través del Plan Concellos de la Diputación, programa que también permitió la compra de la finca donde se asientan las instalaciones, con 138.336 euros de inversión. Cuíña agradeció tras el descubrimiento de la placa conmemorativa el apoyo del gobierno provincial a preguntas de Conde, al ver que figuraba la Diputación en la misma. El regidor lamentó su lapsus en el discurso previo para explicarle esas aportaciones, entre comentarios cordiales y alusiones a la presidenta en un acto institucional en todo momento distendido.

Cuíña habló de la futura piscina climatizada y de valorizar los montes dezanos

El acto inaugural arrancó en el pabellón de deportes, que junto a las piscinas, Outeiriño y la escuela infantil, son los espacios municipales ya con energía suministrada a través de la nueva red de calor; en el futuro de sumará la residencia y centro de día de mayores cuyas obras están en la recta final. Después la comitiva, integrada por diversos representantes de la corporación, consellería e Inega, acudió a planta de producción. Pudieron ver el silo con 90 metros cúbicos de capacidad, que tiene en torno a quince días de autonomía con la biomasa acumulada, como explicaron responsables de la firma que construyó el complejo a preguntas del conselleiro. Después recorrieron el resto de las dependencias donde está instalada la distinta maquinaria.

Cuíña en su discurso confió en que esta energía autóctona, en la segunda fase, beneficie también a comunidades de propietarios interesados en ahorrar costes. Además recordó la pretensión municipal de construir una piscina climatizada en la misma finca, aprovechando ese abaratamiento de la factura energética, ya que de otra forma sería inviable afrontar el proyecto. Y también resaltó que esa planta de biomasa que se pretende permitiría poner en valor los montes tanto de Silleda como de todo Deza, ayudando así a su conservación.

Por su parte, Conde destacó la apuesta de la Xunta por la biomasa, con la instalación de más de 5.000 nuevas calderas en Galicia, las tres redes de calor, la nueva planta en Curtis o la dotación de este fórmula de energía en 44 edificios públicos, con otros 21 hasta finales del 2019.