Una ginebra con arte y alma gallega

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Miguel Souto

Antonio Sacristán y Lucía Espinosa presentaron ayer Dry Towers en el Pazo de Cascaxide en Silleda

20 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Pazo de Cascaxide, en Silleda reunió ayer a empresarios, distribuidores y autoridades en la presentación de la ginebra Dry Towers que saldrá al mercado el 5 de noviembre. El proyecto nació en el 2012 de la mano de Antonio Sacristán y Lucía Espinosa. El matrimonio inició entonces una profunda rehabilitación del pazo que devolvió a esta joya del siglo XVII su antiguo esplendor. El siguiente paso fue dotar la propiedad de un valor añadido con la producción de la ginebra presentada ayer y a la que seguirá la producción de un aceite de oliva.

La ginebra toma como base la receta centenaria de un licor encontrada en los archivos históricos. Los botánicos utilizados en la elaboración proceden de plantas, hierbas y frutos de la finca del propio pazo, ubicado en la parroquia de Escuadro.

Al mismo tiempo, sus propietarios plantaron en la finca siete mil olivos que próximamente darán frutos. Con ellos se elaborará un aceite de oliva virgen extra gallego. Con esta producción, los propietarios del pazo quieren contribuir también a la recuperación de un cultivo y un producto que llegó a Galicia con los romanos y que fue desapareciendo.

Además de una arquitectura que enamora, al Pazo de Cascaxide no le falta ni fantasma. Y precisamente sobre él versó la puesta en escena realizada ayer por Anxo García, de las compañías Viravolta y Seisdedos y director del Museo Galego da Marioneta. Como si de un cantar de ciego se cantara explicó la leyenda y la historia de Adrián el cantero que aún vaga por el pazo picando piedra después de fallecer sin saldar la deuda de tres jornadas que quedó adeudando al propietario del pazo.

La nota musical de la velada la puso la actuación del grupo Nós. Los invitados pudieron degustar esta ginebra prémium de alma gallega embotellada en una botella pintada en relieve con una técnica novedosa, con una representación de la obra de la artista María Miralles. Una ginebra que no necesita acompañamiento y que brilla sola o servida, como ayer, con tónica, hielo y una hoja de hierbaluisa, por Carlos Varela. Bram Embassador del OTC Grup.

Dry Torres nace también con un compromiso con la cultura. Cada botella está acompañada de un cuento y la intención es, explicaba Lucía Espinosa, crear también un concurso de cuentos que irán sumando pequeños volúmenes literarios cada año, al estilo de los cuentos de Calleja, a la edición anual de esta especial ginebra de aromas salvajes y efectos saludables.