La Irmandade dos Viños Galegos escogió Silleda para celebrar hoy uno de sus encuentros, el denominado como Capítulo de Outono. Está prevista la asistencia de más de cincuenta miembros de esta cofradía integrada por hombres, cuyo objetivo no es otro que luchar por la fama de los caldos de las cinco denominaciones de origen gallegas. El monasterio románico de Carboeiro acogerá a partir de mediodía la reunión con la presencia de medio centenar de miembros, que catarán varios caldos, además de formalizarse nuevos ingresos en la Irmandade con su particular ritual. Después compartirán un aperitivo y una comida en la Casa Grande de Fuentemayor.
En la cata en las dependencias monacales se degustarán cuatro blancos y dos tintos. En el primer caso, tres proceden de la denominación Rías Baixas, el monovarietal de caíno La Mar, el albariño Trucha Roble Vendimia Tardía y Sin Palabras, otro monovarietal en este caso de Cruces, de la subzona de Ulla. El otro blanco es un Emilio Rojo, de treixadura y lado, de O Ribeiro. Los tintos son Quinta da Peza, con mencía, tempranillo y merenzao, de la denominación Valdeorras, y Joaquín Yáñez, de O Ribeiro.