Olga salió de Chapa y Francisco de Lamela hace 50 años para casarse en A Bandeira

P. V. LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

miguel souto

Antes de asentarse en la localidad trasdezana vivieron un largo periplo empresarial en Venezuela

17 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cando se aguantan cincuenta anos... quere dicir moito, por ambas partes», razona Francisco sobre él y sobre Olga. Ambos llegan a las bodas de oro de su matrimonio y la ocasión brinda mirar hacia atrás. Para muchos son los comerciantes que llevaron el negocio en el número 50 de la calle principal de A Bandeira, Alimentación Andón, ya cerrado hace años. Pero su historia de medio siglo juntos empezó realmente en 1968 cuando Olga salió de Chapa y Francisco de Lamela para casarse y, algunos años después, establecerse en A Bandeira.

Olga Andón Lorenzo suma 69 años y Francisco Fernández Montouto, 80. Un hijo y dos nietos son parte de su vida actual, con casas próximas. Entre Chapa y Lamela eligieron A Bandeira, «á metade do camiño máis ou menos, para que non houbera discrepancias, para facer a cousas ben», ironiza Francisco.

Se conocieron en 1966. Francisco estaba en Venezuela donde tenía un negocio, una estación de servicio. Volvió a Silleda y se casaron en el 68 retornando de nuevo al país latinoamericano donde todavía permanecerían siete años medio antes de establecerse en A Bandeira.

Había vena empresarial. Primero en una localidad venezolana tuvieron unha panadería que «vendemos e fomos para Caracas». Allí tras un trabajo de repartidor de yogures «tivemos un hotel ata que nos viñemos», recuerda Francisco, porque los padres de Olga los necesitaban.

Era 1976 cuando compraron la casa, bajo y planta, en medio de A Bandeira, en la que siguen residiendo. «Foran 1.450.000 pesetas. Daquela estaba en ruina, houbera unha panadería. Restaurámola completamente e montamos o negocio alí», explica.

Fue otro largo periplo lleno de satisfacciones y trabajo. Con Alimentación Andón, un ultramarinos y una carnicería de porcino «onde envasabamos chourizos e todo eso» desde el 79, estuvieron Francisco y Olga hasta la jubilación y el cierre en el 2004, siendo uno de los referente de la localidad. Solo tienen palabras de gratitud a los clientes. «Absolutamente, foinos moi ben pero tamén foi moi sacrificado. Os clientes estupendos, maravillosos, estámoslles moi agradecidos». El más empresario y ella con su aptitud social, triunfaron. «Eu non tanto pero ela tiña moi bo carácter, era estupenda na atención ao cliente, e non lle importaba que pasara das dúas ou fosen as tres para seguir atendéndoos».

Superaron la jubilación y toca otra efeméride. Los 50 años de las bodas de oro matrimoniales. Para el evento ya hay plantilla. Acudirán, a Manduas a la misa y a Codeso a la comida, 23 personas. Todos los familiares y allegados, salvo largas distancias como la hermana de Olga que está en Australia. Será fiesta grande mañana para Olga y Francisco.

José Espiño Mato, que oficiara la boda en 1968, hará lo mismo en la misa conmemorativa

El cura de A Bandeira, José Espiño Mato, lleva jubilado desde el 2015, pero en 1968, hace cincuenta años, ya era O Cura da Bandeira. Faltaban años aún para que creara el grupo folk A Folla revirada y para publicar sus libros sobre Colón o la Ruta da Prata cuando casó a Olga de Chapa y a Francisco de Lamela. Ahora aquella efeméride vuelve a reunirlos cincuenta años después en A Bandeira, localidad donde compartieron muchos años en este periplo.

«Casounos el daquela e aínda que agora está xubilado pregunteille se pode facer esto e díxome: ¡Si home!», explica Francisco, satisfecho por poder celebrar un acto tan entrañable con el mismo protagonista. El matrimonio no va a realizar ningún formulario especial en la conmemoración: «Será unha misa sinxela, sin ningún tipo de protocolo».

Comida en Codeso

Tras la misa programada para las 13.00 horas en la iglesia de Manduas, la comitiva se desplazará a festejar el evento hasta Codeso de Boqueixón, donde comerán en el restaurante O Balado, que también se vincula profundamente a Silleda porque la dueña de la casa es nieta de quien fue alcalde de Silleda hace años, Casimiro Fernández.

Y es que en el caso de Olga y Francisco en todo el municipio de Silleda y en toda la comarca y aledaños las vinculaciones personales son grandes con mucha gente en el grado familiar, en amistad y en el de vecindad, muy enraizado socialmente este matrimonio con bodas de oro.