Avega reconstruirá la granja de ponedoras que arrasó el incendio

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

miguel souto

La cooperativa cuenta empezar la semana que viene con la demolición, el desescombro y la retirada de todo el material para su tratamiento y reciclaje

10 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 16 de octubre el fuego arrasó una granja de gallinas ponedoras de la cooperativa Avega ubicada en Silleda, en el alto del monte en Siador. Alfonso Vence González, jefe de producción de la cooperativa, explicaba ayer que la semana que viene tienen previsto iniciar las labores de retirada de escombros y también la demolición. Están a la espera de la licencia del Concello silledense pero calculan poder arrancar en unos días. Lo primero será, dice, separar los escombros, el hierro, la madera y el hormigón, para trasladarlos después para su posterior tratamiento y reciclado.

Calcula que esa gestión de residuos, dado su importante volumen, puede suponer un coste de entre 60.000 y 70.000 euros, a la destrucción de la nave se suma también la de un kilómetro y medio de cierres de la finca, que cuenta con unas siete hectáreas de extensión. Tras la demolición y el desescombro, le seguirá un nuevo proyecto y la reconstrucción de la granja. Alfonso Vence señala que estaba asegurada por un valor de 500.000 euros, pero «nunca pensas que pode pasar o que pasou e que non ía a quedar nada». Señala que «pola granxa e todo tal e como estaba costa 800.000 euros, quedan 300.000 euros por cubrir». Solicitarán ayudas a la Xunta.

La de Avega fue la única granja de gallinas que se quemó en toda la provincia. A esas pérdidas suma las de los animales. El fuego se llevó también a más de 8.000, cuyos restos fueron sacados ya en su día. Apunta que cada gallina ecológica cuesta 10 euros, «aínda que estas non costaban iso porque estaban xa no último mes do seu ciclo». Pero aún así hay que contar tanto la pérdida de estas aves como las de las que la cooperativa tenía ya listas para reponer y que, cuenta el jefe de producción de la cooperativa, «compramos a 6 euros e tivemos que vender a 4».

La granja calcinada tenía una producción estimada en 18.000 huevos mensuales. Vence González destaca que «calculamos que poden ser cinco ou seis meses sin produción cunhas perdas de unhos 10.000 euros ó mes». Eso sin contar, incide, en los clientes que la cooperativa dejará de atender durante ese tiempo y que «despois poderemos recuperar algúns pero ao mellor outros non, porque acaban mercándolle a outros». Porque el incendio supuso también descontrolar el ciclo que la cooperativa tiene de cría de las gallinas y la puesta de huevos, una cadena que quedó rota.

En la finca afectada en Siador, señala Alfonso Vence, plantarán robles y castaños que «ampara máis e tamén son refuxios naturais para os animais».

«Colaboraremos cos colexios»

Avega, además de ser pioneros en producción ecológica, quieren también ayudar a que los niños coman más sano. Alfonso Vence explica que «en canto teñamos en marcha o matadeiro en Agolada, que pode tardar un mes e medio, falaremos cos colexios que teñan cociña propia».

A ellos les ofrecerán la posibilidad de surtirlos de pollos y huevos «a prezo de coste» sin ningún margen comercial. La idea, dice Vence Gónzález, «é que os nenos coman sán e a bó precio» para fomentar el gusto por el producto de calidad. Con los primeros que hablarán serán con los centros educativos de la comarca de Deza, «onde cociñen todos os días para os rapaces» y dispongan de un servicio propio.

Considera que es una idea que podrían copiar también empresas lecheras, de yogures y otras de la zona, para contribuir así a proporcionar una alimentación más sana «aos nosos nenos porque eles son o futuro», señala Vence. Avega lleva desde el 2002 comercializando sus productos y el 80 % de su plantilla, explica Alfonso Vence, son mujeres.

«Se non chegan a parar o lume e cruza a estrada metíase nas casas»

Alfonso Vence estuvo en la granja el día del incendio y destaca la actuación de los medios que trabajaron en las labores de extinción. «Botáronlle moito valor porque eu estaba alí e vin como se puña a cousa», dice. Cree que «gracias a que lle funcionou o lume cruzado porque con ise vento que facía podía revolverse, e sen non chegan a paralo e cruza a estrada metíase nas casas e a velocidade que ía...», argumenta. Califica a los autores de los incendios forestales de «unhos auténticos terroristas que levan a riqueza do monte e nos levan todo», indicando que «todo isto é moito máis serio do que imaxina a xente». Opina que «a xente vaise mentalizando pero para que lle collan cariño o monte ten que xenerar beneficios» y considera que «os que queimaron o tiñan moi ben programado para agotar todos os medios que houbera e cara á noite, para que non sairan os helicópteros».