La cifra de pensionistas creció un 5 % en la zona en solo una década

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

imagen de archivo de un baile de mayores organizado por el Centro Social de Silleda.
imagen de archivo de un baile de mayores organizado por el Centro Social de Silleda. miguel souto< / span>

Las últimas cifras constatan el progresivo envejecimiento y la bajada de nacimientos

16 feb 2016 . Actualizado a las 22:31 h.

Cada vez resulta más habitual escuchar que algún vecino de las comarcas engrosa las filas de los centenarios. Al margen de esos casos, ejemplos de longevidad, los datos estadísticos permiten constatar el progresivo envejecimiento de la población en Deza y Tabeirós-Terra de Montes. Las cifras permiten corroborar además la caída de los nacimientos. A todo ello se suma el descenso de vecinos censados, donde influyen otros factores al margen de defunciones y nacimientos como la inmigración o la emigración.

En la última década el número de personas con 65 años o más creció casi un 5 % en la zona. Si hace unos días se conocía el censo de vecinos a 1 de enero del 2015 ahora el Instituto Galego de Estatística (IGE) daba a conocer la población por tramos de edad en Deza y Tabeirós-Terra de Montes. Destaca sin duda el progresivo incremento de población en edad de jubilación, con 65 o más años. Si en el 2005 eran 19.761, una década después aumenta hasta las 20.667 personas, que supone casi ese 5 % más.

En Deza se pasó de 11.799 vecinos con más de 65 años en el 2005 a los 12.475 del 2015, que supone 674 más. Mientras, en Tabeirós-Terra de Montes se aumentó en 230 personas, al subir de 7.962 a 8.192 en tan solo diez años. Las cifras publicadas ayer por el IGE también se muestran acordes con tendencias generales, al ser más mujeres que hombres los que superan los 65 años. En la comarca dezana el pasado año había 6.909 mujeres en ese tramo de edad, por tan solo 5.566 hombres. En ambos casos se crece respecto a hace una década, cuando fueron 6.744 féminas y 5.566 varones respectivamente. Por su parte, en Tabeirós-Terra de Montes en el 2015 había 4.756 mujeres por encima de los 65 años y solo 3.436 hombres, cuando una década antes eran 4.785 féminas y 3.177 varones. En esta zona se produce el único caso donde, en caso de las mujeres, se rompe la tendencia global y en una década cayó el número, al ser menos en el 2015 que en el 2015 por encima en edad de jubilación.

Mayores de 85 años

Si abordamos otros tramos de edad, por ejemplo los mayores de 85 años -no se contabilizan los centenarios como tal en este estudio-, la tendencia se repite respecto a los de más de 65. En Deza y Tabeirós-Terra de Montes se pasaba de 2.926 a 4.081 en una década, en un crecimiento muy significativo. En el caso dezano, se subió de 1.713 a 2.562 personas en ese tramo de edad, mientras que en Tabeirós-Terra de Montes se subió de 1.213 a 1.519. En cuanto a mujeres, si en el 2005 había 1.996 en la zona por encima de los 85 años, en el 2015 la cifra creció hasta las 2.639; respecto a los hombres, se pasó de 930 a 1.442.

Pocos nacimientos

Pero las cifras también corroboran el progresivo descenso de nacimientos en las comarcas. Si en el 2005 estaban contabilizados 2.270 niños de hasta cuatro años de edad, el número se diluyó hasta los 2.161 una década después. Una situación a la que no es ajeno casi ningún municipio ya que tan solo se producen dos excepciones. Tanto en Lalín como en Silleda estaban censados más niños de hasta cuatro años en el 2015 que en el 2005. En el caso lalinense se subió de 720 a 745 y en el silledense de 293 a 325, según los datos del INE.

En el polo contrario se encuentran concellos cada vez más despoblados y donde ver niños correteando por las calles casi se convierte en noticia. En Dozón solo había el pasado año quince pequeños de hasta cuatro años, 33 una década antes, mientras en Cerdedo eran 28, frente a los 44 del 2005.

Servicios acordes

Nos hacemos cada vez más mayores. Cada vez hay más centenarios, más personas en edad de jubilación. Cambian los parámetros de edad y deberían también hacerlo las políticas sociales, de todo tipo de administraciones, para atender esas necesidades. No ocurre y solo hay que mirar a las lagunas de la ley de dependencia. Pero casi clama más al cielo la situación de los jóvenes, sin alicientes ni empleo para permanecer en su terruño.

Espectacular caída de jóvenes en las comarcas al finalizar sus estudios

Si el envejecimiento poblacional se constata por el incremento de personas en edad de jubilación asentadas en las comarcas, las cifras de jóvenes que terminan sus estudios -el tramo entre los veinte y veinticuatro años fijado por el IGE- permiten afirmar las dificultades para continuar en su tierra natal por la precariedad laboral existente. Hace una década había 4.751 jóvenes censados en Deza y Tabeirós-Terra de Montes. El número se desplomó el pasado año hasta tan solo los 3.040. Es decir, se redujo la cifra de jóvenes recién concluidos sus estudios en más de un tercio, en concreto en un 36 %.

En la comarca dezana se bajó desde los 2.926 jóvenes censados en el 2005 a tan solo 1.930 en el 2015, casi un millar menos. En situación parecida se encuentra Tabeirós-Terra de Montes, incluso más grave si nos atenemos a la comparativa con la población global donde se pasó de 1.825 a tan solo 1.110, según recogía ayer el Instituto Galego de Estatística, con 715 menos.