Patrimonio para la obra de Silleda pero no llegó la orden al Concello

Pablo Viz Otero
p. Viz LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Los trabajos siguieron ayer ante el estupor general porque el gobierno local se inhibe de su acción y la Xunta avisa por correo

18 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado viernes antes de mediodía, Patrimonio envió una carta al Concello de Silleda solicitándole la paralización cautelar de la obra en la pista de Cortegada que cruza y afecta al castro. Es un formalismo legal este tipo de envío. Y, era viernes y ayer todavía no había llegado al Concello la comunicación. Patrimonio tenía, por denuncia anónima, constancia de que se estaba atentando contra el patrimonio municipal cultural en Silleda.

El aviso de la paralización cautelar conllevaba también el envío de la Policía Autonómica, que ya pasó, y la inspección de técnicos de la jefatura provincial sobre el terreno para evaluar con un análisis valorativo el estado del yacimiento y conocer las posibles afecciones.

Anuncian la vista de técnicos

Esto está programado. Será este viernes o en todo caso el lunes o martes, cuando acudan los técnicos a Silleda. Pero todo el efecto se cae por la base. El sistema de comunicación por carta supuso que no llegó ni viernes, ni todo el fin de semana, ni lunes ni martes. En la Xunta esperaban que llegase ayer. Seguramente llegará hoy.

Esta gestión es una de la caras del estupor general. Los envíos reglamentarios por correo se entienden. Lo que no entiende nadie es por qué no se avanza la comunicación por correo electrónico o fax, o incluso telefónicamente, apercibiendo de la paralización.

Tarde pero seguramente no llegará una comunicación sino dos porque el hecho de que las obras siguiesen haciéndose con normalidad implicó la emisión de otro informe en la misma línea de paralización cautelar en la jornada de ayer que también debe de llegar hoy al Concello.

Precisamente, en la Xunta existe cierto asombro por el devenir de los hechos. Según trasciende, no acaban de comprender como un gobierno municipal que tiene protegido en su PXOM el castro y tiene la obligación de protegerlo puede invadirlo con obras de una pista.

Pero menos entienden como, una vez trasciende el posible impacto de la obra el gobierno local no actúa como si se tratase de cualquier vecino que atenta contra el patrimonio. No se comprende como no paralizan las obras que el mismo activó.

«Non chegou nada»

En el Concello se limitan a dar constancia de si llegó o no llegó aviso de paralización: «Non chegou nada de nada». Y la empresa sigue trabajando sin parar en el escenario de la pista que afecta al castro de Cortegada como si no ocurriese nada, como si la posible afección denunciada y divulgada no se refiriese a este enclave en Cortegada.

La pista está prácticamente concluida, con zonas de zahorra ya aplicada

Cuando llegue la paralización oficial apenas tendrá valor práctico y cuando lleguen los técnicos prácticamente se encontraran con algo consumado. Ayer continuaron los trabajos a pleno rendimiento. A las palas y las nivelaciones se sumaron los camiones de zahorra que ya depositaron en el camino y los equipos para pisarla y dejar el camino casi preparado.

La denuncia, como la practicada en este caso contra la obra municipal del Concello de Silleda que afecta a un castro del municipio, supone una paralización cautelar porque la Administración debe comprobar si lo denunciado se ajusta a la realidad, si la pista como recoge el PXOM pisa el castro y cuales fueron, si los hubo, los daños en el yacimiento.

Pero el hecho cautelar, al retrasarse tantos días, apenas tiene efecto sobre el posible incremento de daños al yacimiento dado que al no activar por si mismo la paralización el Concello, la actividad sobre la zona del castro siguió dándose.

Doble inhibición

En este caso hay dos cuestiones bien diferenciadas. Por una parte, la propia afección al castro denunciada y, por otra, la actitud de quienes deben protegerlo. El Concello, en primer término, por ser quien debe velar por que se cumplan sus normas, y la Administración autonómica por no habilitar medidas necesarias para que al saber que se inhibía el Concello de su función, evitar que pudiese afectarse más.