Medio centenar de personas asistieron al encuentro de 7 Cores en Deza
06 oct 2013 . Actualizado a las 08:00 h.Una comida de confraternidad celebrada en la carballeira da Silva, en A Bandeira (Silleda) puso ayer el broche a una semana intensa de actividades organizadas por el colectivo LGTB 7 Cores. La iniciativa constituye el quinto encuentro celebrado en el rural y contó con la asistencia de medio centenar de personas. Fito Ferreiro, coordinador del colectivo, fue el encargado de leer un manifiesto en el que destacó lo difícil que puede ser gay, lesbiana o transexual en el rural y en cualquier tipo de población pequeña.
La educación, la normalización y la visibilización son los tres ejes en los que trabaja el colectivo. Educación, como explicaba Ferreiro en su discurso, «para dar a coñocer a nosa realidade e que a maioría da xente saiba realmente como somos e se perda ese medo».
Normalización «traballando día a día para que a nosa realidade se xexa normal, a través da cultura, a prensa, a política, o e traballo...» y visibilización «por que senón somos visibles non existimos e si non existimos voltamos ao armario». Un armario que es más grande en el rural donde es más difícil cumplir esas tres premisas.
Ferreiro destacaba el hecho de que de esos problemas nace una peculiar emigración que hace que debido a su orientación sexual muchas personas optan por cambiar la aldea y los pueblos pequeños por ciudades más grandes dentro o fuera de Galicia, o al menos, huyen los fines de semana.