Los centros educativos salvan el trimestre demostrando seguridad

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

RODEIRO

E CUIÑA

Todos los casos registrados tuvieron su origen en las familias y se frenaron

19 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las medidas y los protocolos puestos en marcha por los centros educativos de la zona funcionaron y si antes del inicio de curso se auguraba que las clases presenciales iban a ser un foco importante de contagios, el tiempo demostró que no fue así, sino todo lo contrario y que colegios e institutos demostraron ser lugares seguros frente al covid-19. Detrás de esa realidad está el esfuerzo y el trabajo de los docentes y de todas las comunidades educativas.

Los contagios, que lo hubo y los sigue habiendo, están siendo muy puntuales y reflejo de lo que ocurre en la sociedad más cercana creciendo o bajando de una forma paralela. De momento, todos los que se produjeron tuvieron como origen las familias. La inmensa mayoría pasaron de padres a hijos e incluyeron, en muchos casos también, a algunos abuelos. En los centros se frenó el contagio. En la zona durante este tiempo solo se cerraron dos aulas en el colegio de Forcarei por el caso positivo de dos hermanos, cada uno en un curso diferente. Se hizo por precaución pero en estos momentos en otros casos similares ya no se ordenan estos cierres y las cuarentenas preventivas se limitan a los contactos más directos de cada alumno.

Muchos colegios salvaron el primer trimestre sin ningún caso, aunque si llegaron a tener a alumnos en cuarentena preventiva. Uno de ellos está siendo el colegio de Rodeiro. Ante el aumento de casos en las últimas semanas en el municipio, apunta el director, no están notando más miedo entre los alumnos, pero sí aprecian mayores precauciones por parte de algunos profesores.

Los protocolos exigen un mayor grado de dedicación y de horas de trabajo por parte del profesorado. En el colegio de Forcarei, el director, José Antonio Vidueiro Sánchez, explica que «vixiamos que se cumpran os aforos nos baños, os especialistas imos ás aulas, e no comedor houbo reforzos para que os rapaces non lle tocan a nada». En este centro le toman la temperatura a los estudiantes al entrar «os pais esperan á porta e vanse cando ven que todo vai ben e creo que lles da unha tranquilidade», apunta.

Más guardias y vigilancia

En colegios e institutos este curso, los docentes vieron incrementado el número de guardias y de horas de vigilancia, sobre todo en los recreos. En Rodeiro, a falta de conserje, se encargan también de vigilar que todos los dispensadores tengan gel hidroalcohólico. La mayoría de los centros encienden las calefacciones con antelación y mantienen las ventanas abiertas en el aula. En los institutos dejan a los estudiantes llevar mantas y, haga frío o no, la manta ya se convirtió en un complemento más que lucir.

Con tanta ventilación y el uso de las mascarillas, la gripe y otras afecciones típicas de estos meses brillaron por su ausencia. En el IES Pintor Colmeiro señalan que «cando alguén ten algún pequeno síntoma xa queda na casa por precaución», pero aún así en los centros coinciden que la asistencia a clases fue masiva y las ausencias por enfermedad fueron mucho menores que otros años.

Los protocolos y el uso de las mascarillas ya están normalizados y los profesores se esfuerzan, apuntaban e en «manter a tensión» para seguir en guardia frente al coronavirus. En el Pérez Viondi, de A Estrada, al igual que en otros centros de la zona destacaban que «cumprimos cos protocolos ao milímetro». Educación aporta a los centros una partida para gastos del covid. Gastos que se van en geles, extras de limpieza y material como, explican en el Pérez Viondi, de «panos de man» alegando que sobre todo los más pequeños consumen en un número importante. En algún centro indican que el gasóleo bajó y aunque se gasta más este año se compensa recordando que el curso pasado fueron dos evaluaciones sin alumnos y por tanto sin esos gastos de luz y combustible habituales, que supusieron ya un ahorro importante. En el colegio de Rodeiro cuentan destinar el superávit a arreglos y mejoras, algunas se ejecutarán estas vacaciones.

Rodeiro baja a 27 casos activos y Lalín suma 17 en los últimos 14 días

En Rodeiro, un día más, no se registró ningún nuevo caso positivo pero la cifra total de casos activos sufre un recorte importante al producirse las altas de seis personas. Eso hace que el número total de contagiados sea 27, 26 de ellos con médico en el municipio. En Lalín, la cifra continúa subiendo y la Xunta cifraba en 17 el número de nuevos casos detectados en los últimos 14 días. En Silleda siguen siendo tres los afectados y en A Estrada.

En los centros educativos se mantienen nueve casos activos. Cuatro en Lalín, cuatro en A Estrada y uno en Agolada. En Dozón la incidencia acumulada supera ya los 250, y el número de casos se sitúa entre 1 y 9.

Un año con los conflictos escolares al mínimo y sin festivales escolares navideños

En el colegio de Forcarei, su director, José Antonio Vidueiros Sánchez, explica otro efecto colateral de los protocolos. «Baixaron os conflitos ao mínimo», lo mismo que las relaciones. Es algo que también notan en otros centros de la zona. Son los efectos de la necesidad de mantener la distancia social, de la separación en pequeños grupos y la prácticamente nula interacción social.

Algo que también notan los profesores. En algún centro comentaban que las reuniones, antes habituales en la sala de profesores, ya no son lo mismo o, directamente prácticamente no existen y que se ven menos.

Este trimestre se despedirá por primera vez en mucho tiempo sin los habituales festivales de Navidad. Si en estas fechas , después de los exámenes, lo habitual era que los niños dedicaran un tiempo a los ensayos de bailes, canciones y representaciones teatrales, ahora las actividades son otras.

En el colegio de Rodeiro se mantendrá la habitual comida especial del último día de clase, aunque el menú tradicional se varía este año y los langostinos darán paso al pulpo. Lo que no faltarán son los dulces navideños con postres de turrón y otros complementos que, este año, se servirán y entregarán a los comensales de forma individual. Otros años, apunta el director, el último día se repartían caramelos antes de las vacaciones. Esta vez se suprimió la tradición para evitar que puedan andar de mano en mano. En los centros educativos esperan que el covid siga permitiendo las clases presenciales lo que queda de curso. Algún centro cogió como festivo el 8 de enero y regresan el 11.