Un conductor de 30 años murió en Rodeiro al chocar contra un alpendre tras arrollar a un jabalí

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

RODEIRO

Cedida

El vehículo se salió de la calzada tras golpear al animal y se estrelló contra la edificación

21 abr 2020 . Actualizado a las 23:37 h.

La falta de tráfico y de ruidos en estas semanas de confinamiento hace que los animales campen a sus anchas. Un encontronazo con un jabalí le costó la vida la noche del lunes a Ángel López Fernández, de 30 años, vecino del municipio lucense de Carballedo. El accidente tuvo lugar en el kilómetro 17 de la PO-533, a la altura del lugar de Romaces, en el municipio dezano de Rodeiro, una zona en la que abunda este tipo de animales.

El vehículo que conducía, un modelo pick-up de la marca Isuzu, colisionó con el jabalí y se salió de la calzada chocando contra la pared de una casa deshabitada, utilizada como alpendre y situada en el camino de servicio que une Santa Baia con Romaces.

Un vecino alertó al 112 a las 23.42 horas del lunes. Al parecer se encontraba en casa cuando oyó un fuerte ruido. Pensó que podía ser un camión al que le había estallado una rueda y salió a ver hasta que llegó al lugar del accidente. El coche estaba volcado lateralmente sobre la pared de la casa, que se vino abajo en un amasijo de piedras sobre el vehículo.

Hasta el lugar del suceso se desplazó una ambulancia del 061 y personal sanitario y facultativo del PAC de Lalín. La médica que acudió ya no pudo hacer nada más que certificar la muerte del conductor. Los bomberos del parque intercomarcal con sede en Silleda excarcelaron el cuerpo del hombre, que quedó atrapado en el interior. Hasta allí se desplazaron también agentes de la Guardia Civil de Tráfico y personal de mantenimiento de carreteras.

En el lugar tuvo que ser atendido el padre del joven, P.L.A., de 54 años, a causa de una crisis nerviosa y fue trasladado al PAC de Lalín. La tragedia movilizó a la familia, que acudió rápidamente, incluida la novia del fallecido, una joven de la parroquia lalinense de Galegos. La pareja había fijado la fecha de la boda para el próximo día 3 de octubre.

Ángel López era cazador y era vicepresidente del Tecor Farelo de Agolada. Hijo único, nieto único y sobrino único, al parecer esa noche se dirigía a Ventosa (Agolada) para cuidar a sus abuelos tras la muerte de un familiar que fue enterrado ayer y para ocuparse por la mañana del ordeño de las vacas. El presidente de la sociedad de caza de Rodeiro solicitó ayer la realización de esperas en la zona del accidente este fin de semana para hacer frente al jabalí.

El presidente de la Federación de Caza de Pontevedra, Francisco Couselo, mostró su dolor por el suceso y quiso acompañar a la familia de la víctima. Apuntó que los servicios jurídicos están trabajando para intentar que la Xunta autorice una pequeña batida excepcional con ocho cazadores. El confinamiento solo permite esperas con un único cazador apostado. La ilusión de Ángel López era «converter o Tecor Farelo no mellor de Galicia». El presidente del tecor dezano se unía a las muestras de pésame y destacaba la calidad humana de Ángel López, «un rapaz dez, excelente e moi bo compañeiro», muy querido y apreciado. Trabajaba como mecánico con su padre en un taller en A Barrela. Su cuerpo fue trasladado a la casa de sus abuelos en Ventosa y hoy a las 16 horas será enterrado en el cementerio de esta parroquia de Agolada.