Quejas por el uso como ludoteca de la biblioteca de Rodeiro

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

RODEIRO

Cedida

Demandan un nuevo espacio exclusivo para las actividades

25 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La biblioteca municipal de Rodeiro, ubicada en el centro cultural Manuel Lamazares, ofrece un servicio de ludoteca con actividades para los estudiantes que se imparten después del horario lectivo y que sirvan también para ayudar a la conciliación familiar. Un uso que rompe el silencio que reina en este tipo de espacios. Una vecina e Rodeiro, Ana Jorge, se queja de la imposibilidad de estudiar en este espacio y de utilizar la biblioteca para el estudio y la lectura.

Aplaude la realización de las actividades de ludoteca pero considera que deberían desarrollarse en otro espacio alegando que «ensinarles aos meus fillos que a biblioteca é un espazo público onde rixen unhas normas de silencio e respecto e onde se vai a estudar e ler é inviable, pois o que ven alí é xusto o contrario».

Dice que intentó reunirse con el regidor sin éxito indicando que sí lo hizo con el director del colegio público de Rodeiro explicado que «unha posible solución ao problema podería ser a de solicitar unha aula do colexio de Rodeiro para as actividades extraescolares».

Algo que, recuerda, «xa se facía durante a época do bipartito e daba bos resultados». El equipo directivo del centro le informó que para que eso se llevase a cabo «bastaría con que o alcalde presentara un escrito solicitándoo».

Considera que el cambio sumaría una ventaja añadida y que sería que los niños que acudan a las actividades «non terían que desprazarse e andar á auga e terían un espazo máis axeitado en todos os aspectos».

Ana Jorge anuncia la presentación en el Concello de Rodeiro de una solicitud, entre otras cuestiones, y confía en que los partidos de la oposición valoren la importancia de esta cuestión y lleven su petición a pleno para su debate.

Esta vecina se queja también del estado en el que se encuentra la biblioteca municipal y que califica de «lamentable». Apunta que «hai fondos bibliográficos sen catalogar e amontoados en caixas» y manualidades realizadas por los niños que participan en las actividades extraescolares colocadas en los estantes que dificultan, dice, el acceso a los volúmenes. Unas condiciones a las que suma «o ruído, moito ruído» en las instalaciones.