Los clubs Cogal Rodeiro y Lamela presentaron sendas alegaciones al acta arbitral del partido que los enfrentaba el domingo y que fue suspendido por el árbitro en el minuto 82 como consecuencia de incidentes de aficionados con los jugadores y entre los propios jugadores y que el colegiado saldó con dos tarjetas rojas directas por agresión y con la suspensión del encuentro, ademas de solicitar la Guardia Civil que acudió y ya no vio incidentes. Tampoco registró ninguna denuncia tras el partido.
Ambos clubs presentan alegaciones tratando de hacer valer su visión de lo sucedido discrepando del árbitro, para que el comité tenga una valoración más ajustada y la repercusión de posibles sanciones sea menor.
El Rodeiro en su amplio escrito de alegación asegura que no solo entró gente de Rodeiro al campo y que no fueron veinte sino cuatro o cinco que saltaron al campo. Mantiene que el portero visitante estuvo provocando todo el partido al público antes de ser agredido y, entre otros datos, sitúan la suspensión del partido en el 76 y no en el 82 que dice el acta.
Desde la presidencia del Lamela se trata de evitar con la alegación que paguen «xustos por pecadores» y crear antecedente como ya les pasó una vez sin hacer nada. Aseguran en la alegación que no empezaron la trifulca, que no mantuvieron actitud agresiva más bien apaciguadora y discrepan que su jugador Lilo diese un puñetazo a Peón sino un golpe con la parte de atrás de la cabeza involuntario tras un empujón en la tangana.
Esta jugada y la agresión de Alpidio del Rodeiro pateando a Roberto portero del Lamela que no se levantaba tras se tirado por un espectador supusieron sendas tarjetas rojas. Ambos jugadores se recuperan. El portero sigue con dolor pero sin rotura y Peón mantiene la brecha con sus cinco puntos de sutura.