Los bajos caudales y la previsión de un estío seco alerta a los concellos

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

RODEIRO

Miguel Souto

De momento hay agua suficiente aunque los niveles son inferiores a los de otros años

14 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las tormentas dejaron ayer agua en la zona. La concejala de Medio Ambiente de Lalín, Celia Alonso, echaba mano de la sabiduría popular que otorga a las tormentas la facultad de abrir manantiales, pero con los ríos con un cauce mucho menos al habitual, los chaparrones se agradecen pero no bastan.

Alonso, a igual que hacen muchos responsables de la zona muestran su preocupación ante las previsiones meteorológicas que vaticinan un verano seco . En la zona, los concellos están preocupados por la posibilidad de que el agua acabe siendo escasa para sostener el consumo durante los próximos meses. Todo dependerá, dicen, del tiempo.

De momento, en la comarca dezana se registran pocos problemas. En Espina y delfín, la empresa adjudicataria del servicio de agua lalinense, comparten opinión con la concejala. Explican que, al igual que ocurre en la mayoría de los sitios, este año el río va más bajo que otros años en esta época, pero esperan que les permita aguantar todo el verano. Dependerá también mucho de si llueve más o no.

Por ahora en Lalín no hay ningún problema y el caudal es más que suficiente. En Agolada y en Rodeiro también notan que los ríos tienen menos caudal y los manantiales, en general, ya no son lo que eran. No es algo de ahora. Los alcalde de ambos concellos, Luis López de Rodeiro y Ramiro Varela de Agolada, recuerdan que llevamos varios años de sequía y en los que las lluvias no son tan abundantes. Solo hace falta recordar inviernos como el del pasado año que prácticamente no existieron.

En Rodeiro el agua del casco urbano procede del río y los niveles este año están a años luz de otros en esta misma época.

En Silleda, el Concello tiene dos estaciones de bombeo. Una captación en Chapa que abastece a la zona de A Bandeira y aledaños y otra en Taboada que da servicio con agua del río Deza a la zona de Silleda. Los manantiales y las reservas, apuntan que están más o menos como el año pasado, pero si el verano viene muy seco podría haber problemas a partir del mes de septiembre.

En Agolada la diferencia entre el bombeo del río y del manantial radica en el coste

A veces ya no es solo tener o no tener agua sino el coste que supone tenerla. En Agolada, explica el regidor, «non temos falta de auga». Con más caudal se bombea al casco urbano del manantial y con menos del río Arnego. La diferencia es el coste. Ramiro Varela pone como ejemplo aproximado que «falamos de gastar 300 o 400 euros si bombeados do manantial a 2.000 euros si é do río porque resulta moitísimo máis costoso».

La sequía se deja notar en las cuentas y este año con los ríos muy bajos en invierno recurrir al bombeo de agua para la traída del río fue más necesario de lo habitual. Un gasto que repercute directamente en las arcas municipales.

En Agolada había también algunos lugares que históricamente cada año registraban algún problema de falta de agua, pero ya se solucionaron. En Cristimil y Borraxeiros la causa era la antigüedad de las tuberías que ya cambiaron los vecinos con la ayuda en material del Concello. También se solucionó el problema en Vilariño con una traída en este caso el año pasado.

En Rodeiro la escasez de agua del manantial da problemas en Vistuíde, pero los vecinos van tirando entre el agua de los pozos y la de la traída.

El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, explica que en su municipio de momento no tienen problema de suministro de agua y no hay escasez.

En A Estrada, el concejal Juan Constela asegura que el depósito de Penerada está a buenos niveles, lo mismo que el de Codeseda, una zona en la que se suelen registrar problemas de suministro en estío.

Demanda de limpieza de cauces y una llamada al ahorro dentro de lo posible

Empieza el verano y el riego dispara el gasto, de agua, al que se suma la destinada a dar de beber a los animales. Los responsables municipales hacen un llamamiento al ahorro, dentro de los posible, y sobre todo a que no se despilfarre el agua. Celia Alonso pide a los vecinos que «no gasten a lo loco» y apunta la necesidad de que Augas de Galicia les permita realizar limpiezas en los cauces de los ríos «que non están nada limpos e que nos deixen facer unha limpeza con sentido para retirar as especies invasoras».

Una limpieza que cree también necesaria en los caudales de las minas y manantiales de agua para permitir su uso, por ejemplo para los animales.

En el rural lalinense, la bajada de caudal de pozos y manantiales en los últimos años, hace que haya alguna petición de algunos lugares para engancharse a la traída municipal.