De los colores clásicos a los modernos en la tradicional «feira das flores» de Lalín
LALÍN
Ayer fue día de mercado en Lalín, la última fecha antes de la celebración de Todos los Santos y Difuntos, lo que hace que los puestos de plantas se llenen de tiestos de crisantemos y margaritas. Es la denominada popularmente como «feira das flores» que ayer vino acompañada de una mañana de chubascos que fueron dando algo de tregua a lo largo de la jornada.
Los precios, apuntaban los vendedores, se mantuvieron respecto al año pasado. Iban de los 5 a los 12 euros. En Viveros Torres, de Cambados, apuntaban que «este ano trouxemos uns de 5 e os esgotamos todo. Non o pensabamos porque en Lalín son de mercar plantas grandes, pero eran moi feitiños». El tiesto medio se vendía ayer a 6 euros.
Los primeros compradores llegaron a las 8.30 o 9.00 horas. Son gente que aprovecha, dicen, de pasar por la feria antes de irse a trabajar y ya llevarse las plantas. Tras esa primera marea de clientes, dicen, hay un tiempo de espera hasta que vuelve a llenarse el mercado con la clientela que llega más tarde. Es curioso, pero es algo que pasa todos los años, afirman. Las plantas, de diferentes tamaños y variedades, se vendían con las flores aún bastante cerradas para que aguanten hasta final de mes y sea entonces cuando alcancen su esplendor. Los vendedores, ente ellos los de Torres, junto con los de Currás en Portas o Enanflor, e n Cuntis, contaban que la producción de flores este año fue bien y sin problemas.
Coincidían en que el blanco es el color que más se demanda. En un 40 % más o menos de los casos. Después ya depende de los gustos desde los colores más clásicos a los modernos que este año fueron un verde jaspeado con blanco que se agotó pronto o un rosa champán. El amarillo, apuntaban en viveros Currás, «hai quen lle gusta moito e quen non o poder ver». En general, comentaban, fue una jornada de buenas ventas.