«Facemos malabarismos cos menús para non perder cartos»

Rocío Perez Ramos
RocÍo RAmos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Rocío Ramos

Los hosteleros se plantean nuevas subidas porque no les dan las cuentas

22 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La imparable subida de los precios de la cesta de la compra tiene su reflejo en los menús del día. En los restaurantes de la zona reconocen que «facemos malabarismos todos os días para non perder cartos». Fórmulas que pasan, en algunos casos, por tirar de los productos de cultivo propio para aligerar el gasto; adquirir otros a productores de proximidad y mirar con lupa lo que se compra cada día en busca del mejor precio.

Pese a todo, explican, cada día es más difícil dar de comer por la misma cuantía. Muchos de los establecimientos ya optaron por quitar de lo que incluye el menú el café o las bebidas como los refrescos, el vino o la cerveza. Otros cobran una segunda bebida, que antes se permitía por el mismo precio.

En el 2022 la escalada incluía incrementos muy importantes en el recibo de la luz y el gas, a los que se sumaban ya los de la alimentación, sin contar con la de los salarios o los incrementos en las cuotas de la Seguridad Social.. La inflación continúa sin dar un respiro y aunque los costes de la energía como comentaba alguno, «xa temperaron», las cuentas continúan sin salir. Los menús subieron los precios el pasado año, este volvieron a subir, en algunos casos de forma abierta o un tanto encubierta restando bebidas y otros complementos, pero los hosteleros comentan que ya no van a aguantar mucho más y alguno ya anuncia nuevas subidas para no trabajar con pérdidas.

En A Estación de Lalín, Luisa Areán, explica que «subimolo a 12 euros e a haber si vamos aguantando». El menú se surte, en parte, «de todo o que cultivamos, aproveitamos as leitugas, tomates, pementos e outros produtos da nosa horta». También en la Taberna do Vento de Botos está a 12 euros pero ya piensan que en breve no tendrán más remedio que subirlo. «O aceite está polas nubes, subiu o pan, os ovos, o porco... non hai nada que non subira», apunta Fran Toimil. Por su comedor pasan a diario sobre todo obreros que trabajan por la zona y peregrinos que siguen la ruta del Camino Mozárabe-Sanabrés o lo que es lo mismo la Vía da Prata. Sus menús incluyen un plato de cuchara o una ensalada, algún pescado y carnes de pollo, ternera o cerdo con cuatro o cinco primeros y otros tantos segundos a elegir. «O peixe está prohibitivo e agora din que van subir moitísimo as froitas e as hortalizas». En su caso, a falta de huerta, este tipo de productos de temporada se los compran a productores de proximidad que los cultivan en la zona. De esa manera ganan en calidad y obtienen un buen precio. En el Manxares de A Estrada, el menú también está a 12 euros, pero explican «as contas non dan. Son doce euros con sobremesa ou café e trece con sobremesa e café».

En A Cunca, de Lalín, el menú subió un euro y está ahora a 13 euros. «Antes incluía o café a agora o poño aparte e tamén tiven que subir os pratos da carta», señala Pili González. En su caso confiesa que «son moi maniática co aceite e só uso aceite de oliva virxe extra» con lo que conlleva ahora, dado lo que cuesta una botella, de incremento en el coste de la elaboración de los platos. En O Coteliño, en Silleda, reconocen también que «estamos axustando pero igual hai que subilo agora, aínda que tentaremos a ver si damos aguantado ata fin de ano».

Los hosteleros coinciden en que cada vez el margen de ganancia es más pequeño y a veces ni eso se alcanza. En el restaurante Palacio de Lalín suman a las subidas las de la bebida que cifran en torno a un 50 %. El menú está a 13 euros pero solo entra el agua, no otro tipo de bebida.Afirman que «un euro máis fainos moita falta» y cuentan subir el menú el inicio del próximo año, lo mismo que otros establecimientos de la zona.

Y es que los pedidos de productos cada vez suponen una cuenta mayor que, aseguran los hosteleros, no pueden repercutir, ni mucho menos, al completo.

«Temos clientes de todos os días e os que poñemos pescada ou salmón xa saímos a pre»

Mantener la variedad de menús que cada establecimiento ofrece y su calidad es el objetivo de todos los hosteleros que no quieren sacrificar ni uno ni lo otro. En el restaurante Palacio de Lalín explican que «temos clientes de todos os días» y de ahí la necesidad de variar mucho. Hay productos que disparan los costes pero que consideran, son necesarios. Cuentan que, por ejemplo, «o día que poñemos pescada ou salmón saímos a pre co menú», afirman. Es un ejemplo pero otros serían platos cuya elaboración no sale precisamente barata como la empanada de pulpo y mejillones o el salpicón de pescado. El 1 de noviembre cerrarán temporalmente para reformar el comedor que ampliarán uniendo comedor y cafetería.