Un grupo de lalinenses y boirenses celebran dos reuniones al año y, este miércoles, tocaba el turno de compartir mesa en el municipio de Deza
30 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hay amistades que son para toda la vida, o debieran, y no hay nada mejor para cuidarlas que ofrecerles placeres de la vida como una buena comida. En eso se aplican a fondo un grupo de vecinos de Cabo de Cruz y de Lalín que, desde hace veinte años, se reúnen en torno a una mesa dos días al año: una, en la capital del cocido, lógicamente, en invierno; y la otra, en la capital del mejillón, que es el núcleo de O Castro, en verano.
Al encuentro de Lalín se sumaron medio centenar de comensales que se pegaron una panzada con el célebre plato a base de carnes de primera calidad. Previamente, tuvieron ocasión de comprobar la procedencia del producto, en la carnicería Faílde, donde, los de la orilla del mar, quedaron impresionados con los lacones, cachuchas y chorizos colgados en los techos del establecimiento. Si tenían un aspecto apetitoso, más lo tuvieron en las bandejas, servidas en el Restaurante A de Antonio.
La expedición de Cabo viajó con mejillones, como un aperitivo de lo que les espera a los de Lalín cuando, en verano, vengan a disfrutar de la fiesta del marisco que prepararán los de O Castro.
Y todo nació a raíz de que familias de O Deza adquirieran en Boiro su segunda vivienda.