Ligia Aidé: «Resulta más fácil tirar que llamar al Punto Limpio. Es incomprensible»
LALÍN

Reconoce que su tarea es difícil, pero no esconde su satisfacción al ver zonas limpias
04 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El departamento de Medio Ambiente del Concello de Lalín cuenta desde el pasado mes de julio, y por un período de 9 meses, con dos personas contratadas que se encargan de restablecer óptimas condiciones de limpieza en las zonas verdes del municipio. Ligia Aidé Ochoa González es una de ellas. Natural de Colombia, pero residente en Lalín desde hace veinte años, esta está siendo su primera experiencia laboral en este sector.
—Trabajé en granjas y en un obradoiro de empleo de desbroces, pero es la primera vez que estoy llevando a cabo este tipo de trabajo.
—¿Cómo está siendo su labor?
—Bueno no es fácil. Trabajo desde luego que no nos falta! Los olores a los que nos enfrentamos en muchas ocasiones, sobre todo en los grandes vertederos, no son para nada agradables pero tengo que decir que cuando ves una área bien limpia, sin ningún desperdicio es una inmensa satisfacción y te das cuenta que el trabajo realizado valió la pena. Lo que más rabia te suscita es cuando pasas por una determinada zona que has limpiado, que quedó impoluta, y que vuelve a presentar un estado desastroso.
—A pie de carreteras hemos visto en los últimos meses muchas bolsas naranjas.
—Es cierto. Son bolsas que se van llenando con la basura que sacamos de las diferentes zonas en las que hemos actuado. Hasta la fecha, según los datos computados desde la concejalía, hemos juntado unas 1.200 bolsas de basura a lo que hay que añadir la que vertemos directamente en los contenedores, si nos encontramos en una zona donde los hay, que no siempre es así. Hemos recogido mucha basura, y la que nos queda hasta finalizar el contrato...
—¿En qué zonas han actuado hasta el momento?
—En muchísimas. Recientemente estuvimos trabajando en Ponte Asneiro, fuimos a Vilanova, A Xesta, Maceira, Sello, recogimos todo tipo de basura entre Filgueira y Bendoiro, en Vilatuxe... Es un sin parar.
—Entiendo que a lo largo de estos meses se encontrarían de todo.
—Absolutamente. Para que se hagan una idea: hemos visto, y posteriormente recogido, todo lo que uno puede encontrar en una casa. De todo! Desde ventanas pasando por puertas, enseres varios, materiales de obra, cristales, colchones, sillones, sillas e incluso un coche, que ya fue lo más. Todo lo que puede haber en una casa acaba en el monte, en una pista, al lado de una carretera...
—Pero existen Puntos Limpios a los que acudir o llamar para que se retiren los pertinentes enseres sin necesidad de que acaben tirados en cualquier sitio.
—Claro, y creo que la mayoría de la gente conoce perfectamente su existencia y funcionamiento pero no se molestan en coger el teléfono para llamar. Resulta más fácil tirar que llamar al Punto Limpio. Es incomprensible.
—Hay quien achaca estas prácticas a una falta de conocimiento, de información sobre la existencia de este tipo de servicios de recogida.
—Personalmente pienso que conocimientos hay, pero sienten pereza y prefieren tirar basura por un precipicio que hacer las cosas bien.
—¿Cuál está siendo la tarea más compleja de lo realizado hasta la fecha?
—Quizás los grandes vertederos, los que se encuentran al ladito del río como fue, por ejemplo, el caso del de Ponte Asneiro. Había tal cantidad de basura... y muy cerca del río... La cuesta para acceder hasta allí era importante, pero trabajamos con las medidas de seguridad oportunas, y no tuvimos ningún problema más allá de retirar un montón de bolsas de impropios.
«Creo que hay que incrementar la concienciación y multar para acabar con este problema»
Toneladas de basura fueron retiradas en los últimos meses de taludes, montes, en las proximidades de carreteras e incluso fueron erradicados grandes vertederos en Lalín. En esos casos fue preciso «hacer uso de camiones y plumas para sacar todo lo que había allí, que era una auténtica barbaridad. Para que se hagan una pequeña idea: un camión lleno de basura, entre la que había una enorme cantidad de plásticos que no se degradan», comenta Ligia. Después de ver tantas actuaciones impropias, la solución pasaría —según ella— por más concienciación y multar a los infractores. «Pienso que solamente entendemos cuando nos multan, y en estos casos probablemente sea lo único que funcione. No es normal dejar un sitio sin un papel ni un plástico y que de nuevo se llene», comenta con cierto enfado.
Reproches también para los que tiran animales muertos en los lechos de los ríos y en parcelas de monte. «Nos hemos encontrado con bastantes en estos meses, y te aseguro que no es nada agradable. El olor es insoportable. Además, al igual que con cualquier mueble o colchón que tengas que tirar y debes de llamar al Punto Limpio, los animales muertos también son recogidos a través de empresas especializadas. No tienen que acabar tirados en cualquier sitio», explica.
Ahora la hoja de ruta laboral de Ligia, y de su compañero de equipo, para próximos días se centrará en la puesta a punto del casco urbano ante la celebración de la Feira do Cocido, del 12 de febrero. «Comenzamos a actuar ya en todas las zonas verdes del centro para dejarlas en perfecto estado para la feria, a la que se prevé vengan cientos de visitantes, y esperemos que se mantengan limpias en el tiempo y que la gente se vaya concienciando poco a poco», ruega.